Cuatro de cada 10 litros de agua potable se malgastan en Colombia

Cuatro de cada 10 litros de agua potable que se producen en Colombia se pierden por rebosamiento o fuga de los tanques, por deterioro de las redes, por conexiones ilegales o por errores en la medición.

Así lo concluyó un informe del Centro de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de La Sabana que recoge los últimos indicadores del Departamento Nacional de Planeación (DNP) donde se establece que en el país se desperdicia, en promedio, 43% del agua potable.

Principalmente, el derroche de este líquido se deriva de pérdidas técnicas y de descuidos humanos. Por un lado, están las ocasionadas por las fallas en la propia infraestructura de las plantas de tratamiento o aquellas inherentes al sistema. Asimismo, la corrupción y la falta de planificación de obras en varias regiones del país impiden el acceso a los acueductos.

“Aunque Colombia es uno de los países con mayor riqueza de agua dulce, existen problemas de accesibilidad. El agua no está llegando a las regiones. La corrupción en determinados puntos; una infraestructura antigua y un sistema que al no estar sistematizado genera mayor riesgo de pérdida contribuyen al desperdicio de este líquido”, explicó Jefferson Galeano, profesor de educación ambiental de la Universidad de La Sabana.

Por otro lado, las malas prácticas de la población frente al agua también contribuyen a su despilfarro. Desde usuarios que realizan un uso indebido de este líquido hasta errores en la medición, la facturación o condiciones fraudulentas de los clientes.

“No hay responsabilidad ni conocimiento acerca del sistema hídrico. Existe un mal manejo de los recursos. Al ducharnos más del tiempo estipulado, lavarnos los dientes con el agua corriendo, limpiar los carros cada fin de semana, sobrerregar los jardines o eliminar los aceites a través de las cañerías estamos haciendo un uso indebido del agua y limpiar toda esa contaminación es muy costoso”, aseveró Galeano.

De acuerdo con las últimas cifras proporcionadas por el DNP, los departamentos donde más se registran pérdidas de este líquido son La Guajira (81%), San Andrés y Providencia (79%) y Magdalena (60%).
Al contrario, los que presentan un menor despilfarro son Cundinamarca (29%), Valle del Cauca y Santander (35%), Nariño y Cauca (36%). Por su parte, Bogotá desperdicia 36% del agua potable.

En total, la mayor huella hídrica en el país se encuentra en la zona del Magdalena, Cauca y el Caribe, pero solo tiene 21% de la oferta hídrica del país, que equivale a 2.011,65 millones de metros cúbicos. Esto es , según explica el informe de la Universidad La Sabana, que existe una fuerte demanda que hacen las comunidades sobre el total de los recursos.

“Existe una gran desprotección de las cuencas hidrográficas del país, sobre todo, en la Región Andina. No hay un claro ordenamiento territorial ni corredores biológicos”, indicó Felipe Cárdenas, profesor de Ciencias Naturales de la Universidad de La Sabana.

Además, según el último Estudio Nacional del Agua (2014) que lleva a cabo el Ideam, el total del recurso que se utiliza directamente en los diferentes sectores asciende a 35.987 millones de metros cúbicos, lo que según los expertos de Universidad La Sabana equivale a llenar 28 veces el volumen del embalse de Betania, en el Huila.

De este modo, el renglón de mayor demanda es el agrícola, con 16.760,33 millones de metros cúbicos equivalentes a 46,6% del total del volumen. “Se necesita renovar los equipos de riego, realizar más investigación y aplicar tecnologías con goteo muy técnicas para reducir el consumo de agua”, indicó Dagoberto Bonilla, presidente de Federriego.

Detrás le sigue el sector energético, con 7.739 millones de metros cúbicos (21,5%); el pecuario, con 3.049 millones de metros cúbicos (8,5%); el doméstico, con 2.963 millones de metros cúbicos (8,2%); y la industria con 2.106 millones de metros cúbicos.

Los pecados al manejar el recurso
De acuerdo con el análisis realizado por la Universidad La Sabana, los mayores pecados que se cometen con el agua en Colombia son: la pésima planificación y organización de los territorios; la corrupción en los procesos administrativos y de gobernanza del agua y la ignorancia en la implementación de la política pública y la normatividad actual.

Así mismo, también destaca el desconocimiento de los ecosistemas que ayudan a la conservación del líquido, el deficiente mantenimiento de los caudales de ríos y quebradas y malas prácticas agrícolas e industriales que demandan alto consumo de agua.