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Así es como las empresas han implementado el tratamiento de aguas residuales
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Algunas de las empresas que han implementado estas prácticas sostenibles que ayudan al medioambiente son Keralty, Veolia y Griffith Foods
El tratamiento de aguas residuales es una necesidad que persiste para las empresas que buscan operar de manera sostenible, cumpliendo con las normativas ambientales y de esa manera ir reduciendo su impacto en los recursos hídricos. Este tema ha pasado a convertirse también en una oportunidad de optimizar procesos, ahorrar costos y mejorar la imagen de la compañía frente a los clientes y las autoridades.
Y es que todas las actividades productivas, desde la agroindustria hasta la manufactura, generan algún tipo de vertimiento que debe ser adecuadamente gestionado. “En Colombia, millones de personas aún no tienen acceso a agua potable. Por eso, desde Keralty, impulsamos esta iniciativa que busca llevar soluciones reales y sostenibles a las zonas rurales más necesitadas”, señaló Andrés David Hernández, vicepresidente de Infraestructura de Colsanitas y Keralty.
Judith Buelvas, directora general de Veolia Colombia y Panamá, señaló que se deben destacar dos aspectos sobre el tema: la mejora de la calidad de vida de la población y el impacto en la economía de los territorios.
“La experiencia de Veolia indica que la ampliación de la cobertura de alcantarillado sanitario y el tratamiento de aguas residuales reduce significativamente la exposición a enfermedades, malos olores, bacterias y virus (…) Tratar las aguas residuales no solo asegura un uso más eficiente del recurso, sino que también contribuye a garantizar su sostenibilidad a largo plazo mediante el reuso de las mismas”, explicó Buelvas.
El implementar un sistema de tratamiento de aguas residuales dentro de cada empresa depende del tipo de actividad económica, el volumen y la composición del agua que es generada. Asimismo, en la actualidad se pueden integrar procesos de reúso, lo que permite que el agua tratada se reutilice en labores como el riego o limpieza, lo que aporta al ahorro y al cumplimiento con las normas ambientales.
En el caso de Keralty, han desarrollado un modelo de potabilización de agua. Cada sistema incluye procesos de ozonización, filtración, microfiltración, ultrafiltración, radiación ultravioleta y cloración, con una capacidad para tratar hasta 5.000 litros de agua al día.
Además, han donado 15 sistemas en diferentes regiones del país, beneficiando a más de 12.000 personas en departamentos como Arauca, Cundinamarca, Boyacá, Huila, Valle del Cauca y ahora La Guajira.
“Este sistema de potabilización representa más que tecnología, es salud, dignidad y oportunidad para niños, familias y comunidades enteras. Queremos que cada niño pueda abrir un grifo en su escuela y confiar en que el agua que recibe es segura. Ese es el compromiso que hoy asumimos con La Guajira”, apuntó Hernández.
Por su parte, Griffith Foods implementó en su planta de producción ubicada en Marinilla, Antioquia, un sistema de tratamiento de aguas residuales, el cual desde agosto de 2023 ha permitido la recirculación de más de 775 m3 de agua residual tratada. Ese sistema de recirculación ha aportado a la reducción de 10% en consumo de agua potable en la planta.
“Debemos ser conscientes que el agua es un recurso cada vez más limitado, por lo que proyectos como este, que en cerca de dos años han permitido recircular lo equivalente a 755.000 botellas de 1 litro de agua, son muestra de que en el mundo empresarial, es posible implementar prácticas ambientales que nos encaminen hacia un futuro más sostenible”, explicó Yeimi Acosta, líder ambiental de Griffith Foods.
En el caso de Veolia cuentan con la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ptar, de Montería. E indicaron que aproximadamente 44% de la población genera vertimientos que no son tratados, lo que se traduce en un reto significativo. “A nivel ambiental, los vertimientos no tratados causan graves daños a la biodiversidad, afectando la vida acuática y las especies que dependen de estos recursos hídricos”, apuntó Buelvas.
