Las del 2026 podrían calificarse como las elecciones más sensibles de los últimos tiempos. Con una Colombia que decidió darle una oportunidad al progresismo y recibió, a cambio, cambios que dejan mucho que desear
Estamos confiados y distraídos mirando un bello atardecer, mientras los atracadores nos distraen y se llevan de calle la democracia y el botín de la hacienda pública