Venezuela, el ganador en crisis del Medio Oriente

La historia de Venezuela, una incipiente economía (por ahora) de entre US$150.000 millones y US$200.000 millones según el FMI (2022), siempre ha estado atada a la suerte del petróleo. Por algo, lo llaman en ese país el “oro negro”.

Venezuela tiene las mayores reservas petroleras del mundo, con más de 300.000 millones de barriles, y eso se ha conjugado con una serie de factores externos que lo ponen como un actor principal en el suministro del petróleo. Y no ha pasado una sola vez, sino cuatro veces.

La primera fue entre 1929 y 1935, bajo los mandatos de Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras. El mundo vivía la Gran Depresión y Venezuela, que experimentaba la enfermedad holandesa al relegar su actividad agrícola por la extracción petrolera, consolidó su infraestructura extractiva y con una producción de más de 400.000 barriles por día se convirtió en el segundo mayor exportador de petróleo del mundo. Según América Economía, le dejó a ese país US$2.500 millones.

El segundo boom petrolero en Venezuela se dio entre 1948 y 1957, en plena salida de la Segunda Guerra Mundial, período marcado por el gobierno de Rómulo Betancourt y la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Con un mayor control de la industria petrolera, pues se había promulgado la Ley de Hidrocarburos en marzo de 1943, Venezuela vuelve a ser el protagonista en el suministro de petróleo y comenzó a suplir la demanda generada por la Segunda Guerra Mundial, pasando de 800.000 barriles por día a más de 1 millón de barriles. A pesar de que en los años 50 los países del Medio Oriente llenaron el mercado de su petróleo, subiendo la oferta y bajando precios, a Venezuela le entraron más de US$15.000 millones.

El tercer boom, y podría decirse que el mayor de todos, se dio entre 1973 y 1975 bajo la presidencia de Carlos Andrés Pérez, quien lideró la nacionalización del petróleo, una acción que se concretó hasta 1976. Mientras tanto, la suerte otra vez estaba echada a favor de Venezuela en un año que se conoció como la Gran Crisis del Petróleo. Medio Oriente vuelve y juega en este panorama pues se gestaba la Guerra de Yom Kipur y los países del Golfo Pérsico miembros de la Opep tomaron dos acciones: aumentaron 70% sus precios y embargaron a los aliados de Israel, entre ellos Estados Unidos. Con una producción anual de más de 3 millones de barriles al día, Venezuela registró una disparada de sus utilidades por el petróleo. Nuevamente, América Economía bota el dato y dice que en ese período entraron al país US$145.000 millones por cuenta del ‘oro negro’.

Esta cifra superó los US$700.000 millones en el cuarto boom petrolero que vivió Venezuela en 2004 bajo la presidencia de Hugo Chávez Frías, con un nivel de producción de 2,5 millones de barriles por día. Y vuelve y juega el Medio Oriente, pues el conflicto árabe-israelí disparó el precio del petróleo por encima de los US$140.

Hoy, un quinto boom podría estarse gestando con la decisión de Estados Unidos de levantar las sanciones petroleras y de gas a Venezuela, siempre y cuando cumpla ciertos requisitos democráticos. Esto sucede en medio, otra vez, de un conflicto en Medio Oriente, entre Israel y Palestina, que amenaza con llevar el precio a US$100. Solo que esta vez, Venezuela tiene una producción de 800.000 barriles (Bloomberg). ¿El país vecino podrá responder otra vez a este golpe de suerte?