La asamblea tiene como telón de fondo el mal momento de la acción y la incertidumbre por los precios mundiales del crudo
Medio millón de colombianos están pendientes de lo que ocurra esta mañana durante la asamblea de Ecopetrol (la empresa más importante de Colombia), uno de los hechos económicos trascendentales, no solo para la Bolsa de Valores, sino para toda la economía colombiana. Las cifras hablan por sí solas: de los $185,5 billones que llenan el presupuesto nacional, unos $20 billones son aportados por la empresa mixta y de la capitalización bursátil en el mercado de valores, 30% corresponde al papel valor de la petrolera. De lejos, no solo es una compañía rectora de la economía sino el termómetro de lo que sucede en nuestro país.
Y si es el termómetro, miremos lo que está ocurriendo: la acción de Ecopetrol se cotiza por debajo de los $5.000 a $4.900, y su tendencia no ha sido muy buena. El precio internacional del petróleo en las categorías WTI y Brent, que que son por los que se rige la petrolera, no se levanta por encima de los US$92 y US$108, respectivamente, generando un entorno internacional no muy optimista a causa de la desaceleración de países como China, Brasil e India y la dura recesión que se está volviendo crónica en la Unión Europea. Como preámbulo para la asamblea de hoy jueves, la empresa mixta colombiana anunció que halló cerca de Puerto Gaitán un pozo que le meterá 202 barriles diarios a su producción en un sitio llamado Pastinaca. Esa producción no es relevante para un país que debe sostenerse en más de un millón de barriles diarios para que pueda ser verdaderamente un gran jugador en hidrocarburos.
El otro punto a valorar es la demanda que Ecopetrol le ganó a Pacific Rubiales recientemente, que si bien no hay una orden perentoria para que sea pagada inmediatamente, sí es una decisión que genera jurisprudencia y le pone las reglas de juego claras a las multinacionales que tienen negocios de exploración y explotación con la mixta. Pero el punto más crucial que debe ser analizado por los accionistas es cuándo el Gobierno Nacional sacará el otro tramo de acciones de la petrolera para enajenarlas en las bolsas de valores, una decisión que sí reordenará a la empresa y al mercado.
Es vital que la alta gerencia de Ecopetrol sea clara en la presentación de su plan de inversiones y el análisis de riesgos jurídicos vigentes. Sobre el primer punto hay que seguir planteádole a la nueva junta directiva que la empresa debe pasar de ser ‘un bufete de abogados públicos con taladros’ a una ‘petrolera de talla mundial’, que pueda vivir de la rentabilidad de su know how y no de la administración burocrática de un recurso escaso en un país que tiene petróleo, pero que la política minero energética no le ha permitido ser petrolero. Ecopetrol es una empresa vital para la economía y está llamada a hacer cosas muy grandes.