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Los pilares de la nueva economía son publicidad, mensajería instantánea, smartphones y redes sociales, puntales que siembran gregarios.
Cierra la penúltima semana de septiembre y entramos a los últimos tres meses de este 2016 en medio de una Colombia que no solo respira y transpira política, sino que deja pasar y hace invisibles hechos elocuentes, transformadores y disruptivos en otras esferas del desarrollo empresarial y social. Hablamos de todas las movidas recientes del mundo de las nuevas tecnologías o la nueva economía. Primero se puso a disposición de los usuarios un sistema operativo de vanguardia en miles de millones de iPhones de todo el mundo, que rompe esquemas de comunicación y avanza más en su liderazgo, luego del estrepitoso fracaso de su archicompetidor, Samsung, con su malogrado Galaxy Note7. El iOS 10 le mete competencia modernizando los SMS, al exitosísimo Whatsapp, cerrando privilegios solo para los seguidores de la marca de la manzana, Apple. Y como para no quedarse como espectadores, Google avanza con el lanzamiento de otro competidor de mensajería instantánea, Allo, una aplicación que utiliza la inteligencia artificial para diferenciarse del líder mundial Whatsapp, de propiedad del cuarto gran jugador, Facebook.
Así las cosas vemos como Apple, Samsung, Google y Facebook se mueven en este final del año, en una carrera desenfrenada por el liderazgo en las nuevas tecnologías de comunicación, sembrando al mundo empresarial entre gregarias y líderes. Para cualquier empresa de la nueva economía, que tenga alguna línea de competencia con estos grandes, le es muy complicado hacerles frente pues han desarrollado unas fortalezas muy difíciles de copiar o de enfrentar. Google, no solo cuenta con YouTube y ahora coquetea con Twitter; Apple domina casi en solitario el mercado de los smartphones con un montón de aplicaciones nativas; Facebook es dueño de WhatsApp e Instagram, sino que hay miles de negocios en todo el mundo montados en sus plataformas; y Samsung que está obligado a rectificar su fracaso para no repetir la historia trágica de otros grandes de las tecnologías modernas como Nokia o BlackBerry.
Apple ha logrado ser líder en los celulares pero no en las redes sociales; Google está entre las primeras empresas del mundo de la publicidad, pero no es un referente en mensajería instantánea; Facebook es muy exitoso en redes sociales y en mensajería, pero no es referente en dispositivos inteligentes, mientras que a Samsung se le dificulta pasar de celulares y electrodomésticos a unos negocios más complejos.
Los cuatro grandes jugadores globales saben a perfección que su futuro en la nueva economía está sustentada en esos pilares de punta que les asegurarán su sobrevivencia en las próximas décadas: mensajería instantánea, smarphones, redes sociales y por supuesto publicidad. Y en medio de todo esto, nuestro país, como casi todos, no tienen más opción que ser gregarios en todas estas movidas.
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