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EDITORIAL

Se asoma la normalidad de la economía

miércoles, 11 de agosto de 2021

La Confianza del Consumidor del pasado julio, tuvo la mayor alza en lo corrido del año y todo se encamina a que la economía retoma su velocidad normal, pero se debe tener cuidado

Editorial

Si no hubiese sido por los bloqueos y el vandalismo desatados en entre mayo y junio, las cosas para la economía irían mejor de lo que van. A la luz del más reciente dato de -7,5% que registra el Índice de Confianza del Consumidor, que publica Fedesarrollo para julio pasado, las cosas empiezan a parecerse más al lejano 2019 cuando no se hablaba de pandemia y estaba sembrada la expectativa de un nuevo Gobierno Nacional con muchos retos por delante.

Poco a poco, la economía se reactiva en la medida del avance del plan de vacunación realizado por las empresas y la normalidad en el comercio. La variación del índice que mide la confianza de los consumidores para julio -ya pasado el primer semestre- tiene un incremento de 14,8 puntos porcentuales frente al mes anterior de este año, resultado consecuencia del aumento de 17,1 puntos en el Índice de Condiciones Económicas y un incremento de 13,2 puntos en el Índice de Expectativas de los Consumidores Colombianos. Esas cifras se deberían haber empezado a ver en el segundo trimestre. -abril, mayo y junio- pero fueron saboteadas por los bloqueos a la economía que coincidieron con un tercer pico de la pandemia. Aún el indicador está en terreno negativo, pero registra un aumento de casi 15 puntos porcentuales frente a lo observado en mayo y es el más alto desde la llegada de la pandemia. Esas cifras en materia de confianza no se veían desde enero de 2020 cuando no se percibía la magnitud del cierre de las economía y el golpe a la estabilidad empresarial.

Quizá lo mejor de la noticia de la reactivación es que Fedesarrollo observa aumento del indicador en todas las ciudades consultadas: Bogotá repuntó 17,3 puntos; Medellín 17,1; Barranquilla 10,4; Bucaramanga 8,6 y Cali 4,4. La capital del Valle del Cauca sigue experimentando los efectos de los bloqueos que han sumido el comercio y las actividades empresariales en lo más profundo del pesimismo. Los gobiernos locales y regionales, apoyados por el nacional, deben elaborar un plan especial para la recuperación de todo el suroccidente del país, de tal manera que la desesperanza no se instale en ciudades vitales como Cali, Popayán o Buenaventura.

Cuando se mira el ICC por nivel socioeconómico, este se recuperó 20,2 puntos porcentuales en el estrato medio, 10,7 en el estrato alto y 9,6 en el estrato bajo. El consumo privado es el motor de esta recuperación en la que, si bien sigue en terreno negativo, ya se empieza a ver una luz al final del túnel que fortalezca la expectativa de que el PIB crezca cerca de 7% este año. Lo más importante es que la movilidad de la personas no se vuelva a traumatizar para que el ingreso de las familias, y sus consiguientes consumos, se sigan fortaleciendo y mejore la confianza en adelante. El indicador de confianza en Colombia debería seguir su senda de recuperación durante esta segunda mitad del año, dado que se observa mejoría en las condiciones económicas y de empleo para los hogares. La cifra de desempleo empieza a ceder y los casi cinco millones de desempleados en el pico de la pandemia ahora son unos 3,5 millones, lo que sugiere que la construcción y el comercio se han reactivado principalmente en la obra pública y la reapertura de los centros comerciales.

Ojalá esta sea la constante para los meses que restan del año que tristemente fue traumatizado por las protestas.

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