.
EDITORIAL

Modernizar los impuestos de las regiones

lunes, 28 de noviembre de 2022

La llamada reforma tributaria de las regiones es una de las necesidades más apremiantes del Estado, no puede ser que los departamentos y municipios sigan viviendo de alcohol y tabaco

Editorial

Los ministros de Hacienda de los gobiernos recientes no le han puesto torniquete a la costumbre, muy colombiana, de los alcaldes y gobernadores de desfilar por la cartera económica pidiendo más plata o asesoría técnica para mejorar los sistemas de recaudo. Casi todos los entes regionales no han sido capaces de modernizar los impuestos y hay destinaciones específicas de la tributación que amarra a los mandatarios.

Todas las reformas tributarias que se han rotulado como estructurales en las últimas décadas han concebido un capítulo regional, pero nunca han llegado a buen término gracias a los representantes a la Cámara y los senadores que han torpedeado la modernización de los impuestos, que deberían ser más competitivos entre regiones y mucho más eficientes. Es fundamental para disminuir la desigualdad social y mejorar la equidad una reforma fiscal que combata la evasión y la elusión fiscal presente en departamentos y municipios.

Al menos esa es la idea del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien sorprendió con su nueva cruzada de ir por otra tributaria, esta vez en las regiones para mejorar las asimetrías y hacer algo que ninguno de sus antecesores ha logrado. Los primeros en reaccionar son los mismos departamentos en su gremio, la Federación Nacional de Departamentos, que ven inconsistencias en los impuestos ligados al tabaco y el alcohol, justo en un Gobierno Nacional preocupado por la salud y el calentamiento global.

Desde hace mucho tiempo que los departamentos derivan la mayoría de sus ingresos del impuesto al consumo de cerveza, licores, vinos, aperitivos, producción o comercialización de aguardiente y el obsoleto impuesto de registro. Nadie en casi un siglo se le ha metido al tema, incluso nadie ha propuesto nuevos ingresos más acordes a la realidad actual de pueblos y ciudades. Colombia es un país de regiones que poco o nada compiten entre ellas para seducir al sector productivo para que se instale en sus territorios, no hay mucha diferencia entre poner una fábrica en Barranquilla, Cali o Medellín, quizá lo único sea el enfoque en el mercado local o internacional, pero no hay bases tributarias distintas.

Si bien la Constitución de 1991 prevé la descentralización del país y le apuesta a una Colombia de regiones y grandes capitales más fuertes, lo cierto es que los últimos ministros de Hacienda y directores de Planeación solo han contribuido a fortalecer la burocracia bogotana y la tramitología. Incluso al interior del DNP y de MinHacienda hay oficinas destinadas a atender alcaldes, gobernadores, representantes y senadores que viatican semanalmente en Bogotá en busca de dinero y proyectos, en lugar de crear sistemas propios eficientes, vigilados por entes superiores. Una reforma tributaria que garantice modernizar los impuestos de pueblos, ciudades y departamentos es más que necesaria, pero ojalá no suceda lo mismo de siempre, o lo que ocurre con las tributarias generales, y es que cuando no está radicado el proyecto todos están de acuerdo, pero cuando se empieza a la discusión se le apuesta a mantener lo actual, toda una suerte de bipolaridad tributaria. El llamado catastro multipropósito es un ejemplo de ello, no se ha podido avanzar en esta herramientas porque a los congresistas y a los mandatarios regionales no les conviene, pues su puesta en marcha sería disruptiva, pero eliminaría poderes tras el pago de prediales y otros impuestos.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE EDITORIAL

Editorial 19/04/2024 El momento del Banco de la República

Avanza la idea de que el Emisor maneje la fiducia que contiene el grueso de las pensiones de los colombianos, una idea que da confianza, pero que puede tener preguntas

Editorial 18/04/2024 El peor trimestre en los últimos 15 años

La venta de vivienda e inicios de obras en el sector de la construcción van de mal en peor; Camacol ya lanzó alertas sobre la situación, pero el Gobierno Nacional y sector bancario no copiaron la realidad de las cosas

Editorial 17/04/2024 Con el peor dato de inflación y crecimiento

La economía colombiana no va bien y, peor aún, se percibe la inseguridad que reina en todos los rincones del país, el crecimiento del PIB para 2024 será de 1,1% y la inflación de 6,4%