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Las más de 60.000 unidades en promedio al mes son más personas con capacidad para comprar moto, pero también es la carencia de vías que obligan a buscar otras formas de movilidad
Cuando nos alejamos de los ‘purismos’ económicos, unos de los termómetros que nos sirven para medir la economía son el indicador de la venta de vivienda, de carros, de tractores y de motocicletas, entre otros ítems. Funcionan no solo por el gasto que representa comprar dichos bienes, lo que a su vez refleja la capacidad adquisitiva de las personas, sino por los empleos que están atados a dicha actividad productiva y/o comercial. Si vemos la más reciente cifra de venta de motocicletas, todo apunta a que vamos muy bien, pues si esta industria crece, se están garantizando 28.140 empleos directos, incluyendo a la industria de proveedores; y si sumamos la parte comercial, la red de servicios y productos, talleres, repuestos e importadores, se calcula que trabajan más de 70.000 personas, un número interesante de hogares que van a tener ingresos.
Volviendo a las ventas, entre enero y abril de este año, 281.055 motos nuevas comenzaron a circular por las calles del país, esto es 32,5% más frente al mismo período de 2021 (212.098 unidades).
Atlántico, Cundinamarca y Cauca son los departamentos donde más aumentó la venta de motocicletas en abril de este año, con alzas de 76,1%, 50,9% y 39%, respectivamente. Y en cuanto a marcas, el podio de las que más crecen se lo llevan TVS (45,5%), AKT (43,3%) y Bajaj (38,7%).
En abril de 2021, cuando se vendieron más de 45.000 motos, se superaron las cifras prepandémicas (2019) y ahora en abril de 2022 ya no se supera un hito, pero sí que se refleja un buen panorama. Dicho sea de paso, las más de 60.000 unidades vendidas al mes son un granito de arena a la ya compleja y caótica movilidad de las personas. Según el informe “Las motocicletas en Colombia: aliadas del desarrollo del país, 2019, Vol. 2”, realizado por el Comité de Ensambladoras de Motocicletas de la Cámara Automotriz de la Andi, uno de cada 5,6 colombianos usa la motocicleta para transportarse. El nivel de agilidad de este tipo de vehículos es tal que el cálculo es que los motociclistas en el país hacen más de 50 millones de viajes diarios, entre ellos, no están solamente los que van a su trabajo, sino también los que usan la moto para su emprendimiento o para trabajar con una plataforma o una oficina.
Según la información de matrículas suministradas por el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), las motocicletas representan 60% del parque en circulación de vehículos a motor en el país, esto significa 10.344.723 motos circulando por el territorio nacional a marzo de 2022. Si bien es cierto que el mantenimiento de la motocicleta es mucho menor que el de un vehículo, que en pago de impuestos el valor sigue siendo más bajo que un carro y que no se pagan peajes por circular en moto; el auge de este tipo de vehículo responde también a unas necesidades insatisfechas que tienen que ver estrictamente con la movilidad por dos situaciones que parecen ser el cáncer de grandes ciudades: la falta de vías amplias y dignas de países en pleno crecimiento y la precariedad de opciones de transporte público. Los trancones en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali son una realidad que se repite como eco cada día y que parece no tener fin, y aunque la venta de carros también crece (2,8%), no lo hace a los niveles de una moto, una vía de escape para la industria, pero también de muchos colombianos.
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