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Tras dos años de TLC, con déficit para Colombia, se abre paso a la eliminación del visado de colombianos a Estados Unidos.
Sin quitarle ni el más mínimo valor a la gestión del presidente Santos en pro de que los colombianos no seamos más parias en las emigraciones de otros países, creemos que el proceso ya iniciado de la eliminación de la visa para viajar a Estados Unidos, no es más que una contraprestación por el tratado de libre comercio firmado hace un par de años y que hasta el momento ha sido superavitario para el país del norte. Ya sucedió con los países de la Unión Europea que nos retirarán los visados a más tardar el próximo año, y había sucedido lo propio con naciones hermanas como México y algunas de Centroamérica y el Caribe, por este motivo, que el gobierno estadounidense nos evite el acto protocolario y costoso de pedir visa es solo un paso obligado en el marco de la armonía comercial que nos rige en estos momentos de profundización de la globalización.
Bien por la continua labor del actual Gobierno Nacional en el sentido de ir trabajando para quitarle obstáculos a los colombianos en el momento de viajar al exterior. La importancia de que Estados Unidos nos quite la visa de turismo, o al menos suavice el protocolo a la entrada de visitantes colombianos, es una consecuencia del continuo mejoramiento de la economía colombiana. Seguramente, se dejará que en manos de las autoridades fronterizas de Estados Unidos la aceptación de turistas previa inscripción o ingreso en la base de datos numérica y dactilar. Ya se había avanzado con dos pasos anteriores: el primero fue la casi masiva aprobación de visas de turismo, posteriormente se empezaron a entregar visados por una década, dos acciones por parte del Gobierno de Estados Unidos en consonancia con lo que pide Colombia.
Pero nada de esto será valioso si los colombianos no somos conscientes que el mundo es otro, muy diferente al que vivimos en décadas anteriores en donde el futuro no estaba en América Latina y era casi un imperativo emigrar a Norteamérica. Ahora las cosas han cambiado, la inseguridad en las ciudades ha mermado, el ingreso per cápita ha crecido y el desempleo cae a tasas históricas. Ya no es tan fácil, como sucedía en años anteriores, enriquecerse como trabajador informal en países desarrollados, el mundo ha cambiado y poco a poco se empieza a estandarizar. Seguramente la visas de estudio y trabajo serán más rigurosas ente la avalancha de colombianos que harán más turismo en Estados Unidos cuando la visa haya sido eliminada.
No es la panacea, pero que no le exijan visa a colombianos para ingresar a los Estados Unidos es un avance gigante en términos de cordialidad. Ahora solo nos falta exportar más, hacer empresa y mejorar los ingresos para poder disfrutar de un mundo abierto.
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