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El oro al contado alcanzó un mínimo de US$1.180 la onza, su cotización más baja desde agosto de 2010
El oro al contado alcanzó un mínimo de US$1.180 la onza, su cotización más baja desde agosto de 2010
La historia de los países latinoamericanos y varios de los emergentes ha estado marcada por la explotación de metales preciosos como el oro, un producto commodity que sigue jugando -después de varios siglos- un papel fundamental en la economía mundial y más aún de los países en el camino hacia el desarrollo.
Pero pasa por un momento difícil. El precio del oro atraviesa el nivel más bajo en casi tres años y registrará el desempeño trimestral más malo de la historia. La causa de esta situación no es otra que la inquietud por una reducción del estímulo monetario en Estados Unidos. Esto ha debilitado la confianza en el metal precioso que había sigo la guarida de los inversionistas en tiempos de crisis.
En voces de los expertos, no solo el oro ha sido golpeado, también las materias primas que también están preocupadas porque la era de dinero barato inyectado por el banco central estadounidense está culminando debido a una mejora en las cifras de la principal economía del mundo. El petróleo también está en camino de su trimestre más débil en un año, mientras que el cobre se dirige hacia su mayor retroceso trimestral en casi dos años.
Los datos de las agencias de noticias económicas que cubren todos los mercados registran que el oro al contado alcanzó un mínimo de US$1.180,71 la onza, su cotización más baja desde agosto de 2010. Entre enero y marzo de este año, el oro bajó 25%, la caída trimestral más fuerte desde 1968. Esto pone al metal -según los expertos- en camino a su primer descenso anual después de 12 años de alzas. Esta situación le pegará de frente a la economía colombiana donde el metal precioso sigue siendo una fuete vital de sus exportaciones.
Pero más le pegará a los grandes proyectos que pueden transformar la economía colombiana en el mediano plazo como es el que AngloGold está en capacidad de desarrollar en Tolima y el que Ecooro puede emprender en Santander. Que el precio del oro esté por los niveles más bajos de la historia, que no hayan perspectivas de crecimiento y que las autoridades mineras nacionales no se ponga de acuerdo con las comunidades para poder hacer esas explotaciones, son razones de peso para pronosticar un frenazo en seco del vagón del oro en la locomotora de la minería.
Colombia va bien, pero a un paso muy lento para las demandas de bienestar de más de 46 millones de habitantes, y las fuentes de solución a los problemas sociales, como es la explotación del oro, nos asustan. Vemos cómo Chile, Perú y Ecuador llegan a acuerdos trascendentales con las multinacionales mineras para que hagan explotaciones responsables con las comunidades y la naturaleza. Mientras nosotros dejamos que la minería ilegal y politizada contamine y siga con la senda de destrucción ambiental.
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