Endeudarse para pagar impuestos

Es difícil impedir que se haga política -o politiquería- con el tema de los salarios, impuestos y empleos formales, pero en tiempos electorales, es casi imposible. Muchos se han rasgado las vestiduras y se han ido lanza en ristre contra la Dian porque le ha cobrado impuestos atrasados a Reficar, una de las cuatro empresas más grandes de Colombia y subsidiaria de Ecopetrol, que factura cerca de $27 billones anuales. Le debe a todos los colombianos en impuestos la cifra de unos $1,5 billones, un monto considerable para cualquier empresa.

Incluso se ha llegado a amenazar con que la flamante, Refinería de Cartagena, podría sufrir un cese de operaciones en 15 días luego de que la Dian elaborara un concepto indicando que Ecopetrol debía asumir 19% de IVA correspondiente a la importación de diésel y gasolina importada, dado que Reficar opera bajo régimen de Zona Franca, en el que todo el combustible que la petrolera vende en Colombia se considera una importación, y la Dian alega una aparente deuda sin saldar, entre 2022 y 2024, por $1,5 billones.

La polémica está encendida entre tributaristas, contadores y expertos, pero lo cierto es que tanto Ecopetrol como Reficar deben zanjar la discusión capacitando a su alta gerencia en materia de impuestos y no dar el espectáculo de poca gestión y bajo rigor técnico de pago de IVA en zonas francas.

La razón la tendrá alguna de las tres entidades públicas (Ecopetrol, Dian o Reficar), no obstante, el mensaje que se deja en el ambiente es la incapacidad gerencial de las empresas de hidrocarburos. La ausencia de capacidades directivas se vuelve a ver de nuevo durante esta administración y se deja al descubierto que no hay planificación tributaria aún en las empresas más grandes del Estado.

A miles de los casi 8 millones de personas naturales que tuvieron que declarar renta y pagar obligaciones tributarias, necesariamente acudieron a los bancos para estar a paz y salvo con la Dian. Endeudarse para pagar impuestos es una realidad nacional por dos razones: falta de planificación de ingresos y egresos, y desidia en las responsabilidades con el país.

Es simple, si una persona natural o jurídica tiene muchos ingresos en un año fiscal, lo normal es que aumenten sus impuestos de renta o IVA, y si no lo planea como es debido, es porque faltó gestión o es ignorancia frente a las normas de contribución.

De momento, existe el argumento tributarista que, en el caso de Reficar, Ecopetrol no cobró en las ventas de gasolina y diésel al sector ni a los usuarios nacionales de este producto, que hubiera significado un aumento adicional de $530 por galón a los usuarios, teniendo como base que cerca de 40% de la gasolina corriente en el país se importa. Pasar de un IVA de 5% a 19% significa un mayor valor de $1.330 aproximadamente a hoy en el precio de la gasolina, pero es cuestión de estar atentos a las normas legales.

El sistema tributario colombiano, es como se dice en tiempos de reformas tributarias, una colcha de retazos que nunca han arreglado en el Congreso y que cada vez más aumenta el volumen de un estatuto tributario obsoleto; la gran reforma que necesita Colombia en materia económica es digitalizar los impuestos, facilitar sus pagos y cruzar todas las variables que existen para que nadie incurra en evasión, elución o simple desconocimiento de sus obligaciones con el Estado.