En hora buena los Pactos por el Crecimiento

El balance macroeconómico del Gobierno Nacional en su primer año no pareciese tan bueno si se miran las cifras sin el contexto, pero cuando se profundiza en sus causas, las cosas cambian de color. No deja de ser alarmante que hace un año el dólar estuviera en torno a los $2.898 y que ahora esté en $3.430, pero si se mira el entorno internacional saltará a la vista que esa situación de alta devaluación -casi de 20%- es fruto de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, además del reajuste de las tasas de la Fed y de la devaluación del yuan en 1,4%; situaciones que combinadas han llevado a las monedas emergentes, especialmente las latinoamericanas, a perder mucho valor frente a un dólar poderoso. La otra cifra con la que no se puede juzgar al primer año de Gobierno es el creciente desempleo generado por varios factores: la diáspora venezolana, el frenazo de la construcción de vivienda, la baja actividad agropecuaria y sobre todo al poco crecimiento económico de los dos últimos trimestres en los que el PIB no ha llegado a 3%. Es un hecho que el problema es grande y que hay más de 2,3 millones de colombianos (y venezolanos) sin trabajo formal, lo que se convierte en un asunto de interés regional que trasciende las fronteras nacionales y debe ser atendido ni solo por las administraciones locales, regionales y nacionales, sino por la banca multilateral y los gobiernos vecinos. Es urgente que se presente un plan de choque económico enfocado en los migrantes que buscan empleo y los nacionales que han sido desplazados. Además de los altos desempleo y devaluación, queda algo no menos preocupante que es la resurrección de la inflación, pues la variación de los precios los dos últimos meses ha sido inusual y desde ya se encienden las alarmas porque la meta del Banco de la República no se va a cumplir este año, dado que, mirando julio con julio, ronda 4%, una de las más altas de los últimos años. Ese problema no viene de tiempo atrás y sí ha sido generado hace poco tiempo con epicentro en los problemas viales y las crónicas protestas sociales que siempre afectan los suministros.

Pero en muy buen momento la Vicepresidencia de la República ha entrado a jugar un papel determinante en estos problemas y ha lanzado los llamados “Pactos por el crecimiento”. Un plan transversal que tiene a los gremios como eje y que busca generar 866.000 empleos de aquí a 2022; aumentar las exportaciones de US$6.600 millones hasta US$10.156 millones y producir entre todas las empresas involucradas $13,4 billones. Un plan ambicioso que tiene indicadores periódicos para medir su desarrollo y que pueden generar nueva dinámica a la economía. Además de los 45 gremios, esta iniciativa también cuenta con el apoyo de más de 60 entidades del sector público. Algunos de los sectores involucrados son: cacao, carne, forestales, turismo, software, moda, construcción, alimentos procesados y químicos, entre otros. En el caso del turismo, se busca la generación de empleos directos, mientras que, en el cacao, está la meta de renovar 70.000 hectáreas envejecidas y sustituir 50.000 hectáreas de cultivos ilícitos con este producto. Lo importante de esta oportuna iniciativa es que surge de los gremios en coordinación del Gobierno, ahora habrá que esperar que el mecanismo funcione para reactivar la economía.