MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Resulta por lo menos curioso que el mismo día que se dio a conocer el pésimo comportamiento económico del año pasado marcado por la pandemia -decrecimiento de 6,8%- la noticia fuera el arribo al país de las primeras 50.000 dosis de la vacuna Pfizer. Es como si la cura hubiese llegado para los dos problemas. Uno de esas jornadas raras cargadas de informaciones importantes que no pueden desconcentrarnos de que la única meta es entrar de lleno en “modo reactivación” y que el anhelo de que la economía crezca por encima de 4% este año se haga realidad, trabajando día a día para conseguirlo.
El país económico no puede darse el lujo de seguir encerrado, con el comercio a media máquina y con la percepción generalizada de que todo está estancado en medio de un desempleo galopante. La llegada de las vacunas debe convertirse en un corrientazo para la reactivación de la economía en todos y cada uno de los sectores. Las acciones ejecutivas y las decisiones empresariales se toman a partir de datos e informaciones relevantes y el hecho de que en Colombia haya entrado por la senda de los países que están vacunando a su población, debe obligar a los tomadores de decisiones a redoblar los esfuerzos para que la economía empiece a crecer y se deje en el año pasado el lastre del peor decrecimiento de la historia del país. Hay un evidente cambio de actitud y de realidad: el Gobierno Nacional está haciendo su parte de garantizarle a los colombianos una vacuna gratuita que fuerce la nueva realidad y que brinde a los empresarios, generadores de empleo y contribuyentes, una nueva época más promisoria con mayores seguridades. Con la vacuna andando en el territorio, la información en tiempo real que se había vuelto cotidiana de UCIs muertos y contagiados debe cambiarse por vacunados al día, por la de recuperados y caída ineludible de personas muertas. Esa es la nueva realidad inmediata que contribuirá a regresar por la senda del crecimiento.
Hay que cambiarle la cara desoladora del PIB de 2020. Los sectores más golpeados fueron comercio, transporte, alojamiento, comida, construcción y minas, que cayeron 5,8 puntos porcentuales dentro del resultado general. La economía se contrajo 3,6% en el último trimestre, lo que representa una recuperación de 12,2 puntos porcentuales frente al resultado del segundo trimestre (15,8%). Las actividades económicas que tuvieron mejor comportamiento en dicho periodo fueron el agro, que creció 3,4%; la administración pública (3,3%), actividades financieras y de seguros (2,9%) y las actividades profesionales científicas y técnicas (2,5%). Un mapa económico desolador que no se puede repetir y que con la nueva normalidad debe empezar a cambiarse a terreno positivo.
Debe haber un pacto social por la recuperación total en un nuevo contexto social y económico, “postcovid o postvacunas”; la Colombia después de la pandemia debe ser distinta en la que nos sorprendió en marzo de 2020, una en donde quepan todos los avances tecnológicos al servicio de la educación, el consumo y las jornadas laborales. La nueve normalidad debería ser más solidaria y consciente para evitar que los politiqueros quieran manipular siempre cada situación para sacarle partido. Debe haber un cambio de actitud signada por el trabajo de todos con el fin de llegar al bienestar y el desarrollo.
El dinero enviado a Colombia creció 42% desde 2019, menos del promedio regional de 61%, la economía se debe preparar para la plata de los colombianos que viven en el exterior
Ilógico que Colombia, siendo uno de los países más ricos en ríos y lluvias, tenga problemas de suministro de agua para el disfrute humano y, más aún, que carezca de proyectos a futuro
La meta del Gobierno de una inflación de 5,5% al final de este año empieza a hacerse realidad; ahora la pelota está en terreno del Emisor, que logre que el consumidor sienta la realidad