Cuidado con el dato de inflación del mes pasado

Los economistas del Banco Mundial, Carmen Reinhart y Clements Graf Von Luckner, han dicho en su comentado blog del Project Syndicate que “el aumento inflacionario se siente no solo en las economías avanzadas, sino también en la mayoría de los mercados emergentes y las economías en desarrollo. Y aunque sus causas varían según los países, la tarea de resolver el problema en última instancia recaerá en los principales bancos centrales del mundo”. España está conmocionada por el insólito aumento de la inflación en marzo pasado que le supone a sus gobernantes un reto mayúsculo para contener la mayor alza de precios desde 1985, tras llegar a 9,8% en su variación del costo de vida.

Un problema que recorre el mundo, del que Colombia no se escapa y en donde se encienden las alarmas sobre lo que señale el dato del mes pasado, que se conocerá la próxima semana y que puede acercarse peligrosamente a los dos dígitos. La fórmula de reducir los aranceles adoptada por el Gobierno Nacional hace un mes para atajar la inflación aún no se ha logrado, pues es de ejecución tardía y solo se sentirá al final del segundo semestre del año cuando esté de salida esta administración. Sí va a servir el cero arancel para 165 bienes importados, adoptado por el Decreto 307 de 2022, pero la mitigación del impacto de la inflación sobre los consumidores no se sentirá pronto.

La alta variación de los precios se viene experimentando desde el pasado noviembre cuando saltó a 5,26% anualizada y desde entonces cada mes suma más de un punto. Solo en enero saltó 1,67% y en el consolidado 6,94% por el alza de precios en alimentos y bebidas no alcohólicas, alojamiento y servicios públicos. En febrero el dato fue 1,63% por las mismas razones y con un peso de los alimentos en el costo de vida alcanzó 23%, un dato que ha venido en crecimiento y no baja de 17%, mes a mes. La razón por la que marzo será un mes “muy caro” tiene que ver por un nuevo elemento: la guerra en Ucrania que disparó para el mercado local el precio del trigo, plásticos y fertilizantes, solo para citar tres casos de productos importados.

La Junta del Banco de la República sigue su básica ecuación de poner la tasa de interés a la mitad de lo que va la inflación, es decir que si la variación de precios alcanza 10% en los próximos dos meses, el costo del dinero estará en 5%, criticado movimiento por simplista y por no considerar que la situación de la economía requiere dinero más barato para que el consumo siga dinámico y las empresas puedan generar empleos.

Lo que hace el Emisor es castigar dos veces (revictimizar al consumo), ¿por qué razón? La pandemia hizo que los colombianos suspendieran o aplazaran sus decisiones de compras por motivos laborales o de ingresos -primer golpe-, pero luego se enfrentan a que la nevera, la casa, el carro, el viaje o la ropa que iban a comprar, están más caros, pues la tasa de usura se acerca a 30% y no hay hipotecas por debajo de 9%. Mal de muchos, complejo de tontos dicta el adagio popular y si bien “los principales motores del pico de inflación no son uniformes en todos los países, los diagnósticos de “sobrecalentamiento”, prevalecientes en el discurso de la Fed, no se aplican a muchos países, donde el estímulo fiscal y monetario en respuesta al coronavirus fue limitado, y donde la recuperación económica en 2021 fue muy rezagada respecto del rebote de otros (...) La inflación reforzará la desigualdad, en todos y cada uno de los países”, dice el Banco Mundial.