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ANALISTAS

Última Carta del Gerente

sábado, 30 de mayo de 2015
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Muchos domingos han pasado desde que comencé a sentarme a escribir estas Cartas del Gerente y como esta será la última, la número 258, su escritura no resulta fácil porque pasan por mi memoria los últimos 24 años de mi vida vinculado laboralmente a la institucionalidad cafetera. Como dije en la carta mediante la cual comuniqué mi determinación de propiciar un relevo en la gerencia de la Federación, han sido más de dos décadas de mi vida en los cuales he tenido la oportunidad de trabajar en el más importante y más democrático gremio de Colombia.

Estoy orgulloso por muchos motivos: por el fortalecimiento de la institucionalidad cafetera, por la renovación del parque cafetero, por la mayor producción y exportación de nuestro grano, por la mayor participación de las mujeres, por la renovación de los cuadros en los comités de cafeteros, por la continuidad de las directrices emanadas de los respectivos congresos cafeteros, por el fortalecimiento democrático, por la consolidación del valor y agregado y las Tiendas Juan Valdez, entre otros asuntos de similar importancia. Pero también estoy orgulloso por haber transitado por las trochas más ocultas por el país del café que es la Colombia rural, por haber representado a la a totalidad de la familia cafetera en las más altas instancias y en los más diversos foros y países del mundo, siempre teniendo el objetivo de fortalecer al cultivador más humilde frente a los grandes grupos de poder económico. Ha sido este encuentro con miles decaficultores un verdadero privilegio por la sencilla razón de que conocí de manera directa su reciedumbre, su apego al azadón y su devoción por la familia, y sus ganas de salir adelante, de manera honesta y trabajadora. Al conversar con ellos en sus fincas, entre los surcos, tomando un tinto en humildes pocillos de latón, ratifiqué lo que he escrito sobre la visión de quienes con su trabajo silencioso nos legaron la arquitectura de nuestra institucionalidad: fuerte y flexible como la guadua, que se estremece en brazos de los huracanes y de las tormentas, pero que resiste para volver a erguirse cuando esta pasa.

Así es la raza cafetera: templada y que se sabe adaptar a las situaciones más adversas, para seguir creciendo, para ir para adelante porque solo van para atrás loscangrejos. Hemos escuchado con igual respeto las voces de aliento que avizoran esperanzas y progreso y aquellas aisladas pero insistentes que solo proponen la destrucción de lo alcanzado, justo lo contrario de quienes piensan representar.

No sería digno para un gerente de la Federación salir dando un portazo o atacando a diestra y siniestra a quienes han querido desde distintos frentes borrar de un plumazo lo que se ha venido haciendo desde hace años con acierto y buen juicio. Por eso no me detendré, por respeto a esos miles de caficultores a los que he hecho mención, en defenderme de aquellas personas que hicieron públicas susdelirantes opiniones, que más que estas parecían guardados que los estaban envenenando. Estas fueron tan descabelladas que nadie las tomó en serio y sus ofensas a la Federación de Cafeteros y sus logros en beneficio del país hicieron evidente que no tienen un juicio sobre la institucionalidad cafetera, sino más bien un prejuicio. O de aquellos infaustos personajes de larga lengua y de corto cerebro que cuya única función es ponerle un palo en la rueda a todo lo que funcione, salieron amargados, -quemados y tostados- de la Federación por haber dejado en evidencia su mediocridad galopante y se refugiaron en la diatriba y la desinformación, fiel a la escuela del cinismo, a la que se confesaron sus más preclaros seguidores. Para ellos y los pocos malquerientes que en mi vida reposada y humilde he cosechado, mi consideración y mi lastima por la amargura que los consume.

Esta es,repito, la última Carta del Gerente que escribo y lo hago con un nudo en la garganta. Sea esta la oportunidad para agradecer las múltiples muestras de cariño que he recibido desde todos los rincones del país como también a todos aquellos con quienes tuve oportunidad de trabajar a lo largo de estos seis años en la gerencia de la Federación. Expresarle al señor Presidente de la República mi agradecimiento por su talante cafetero y su compromiso con la sostenibilidad de la caficultura, a los señores ministros, por su solidaridad y empeño en la busqueda del bienestar de las familias cafeteras, a los Comités de Cafeteros y al Directivo por su vocación y convicción trabajadora, y a todos aquellos que conforman la inmensa cadena cafetera. Sería imposible enumerar a cada uno de los que me ayudaron a llevar sobre mis hombros esta maravillosaresponsabilidad, a todos ellos los llevo en mi corazón agradecido y vayan desde estas líneas mi abrazo fraterno.

Las últimas líneas de agradecimiento son para mi esposa Sonia por su consejo y compañía durante mi vida profesional y muy especial apoyo en mi transito por lacaficultura, con la que ella creció en Popayán, escuchando a su madre quien durante muchos años integró el Comité Nacional. A la memoria de mis padres, quienes desde la eternidad iluminan a diario mi camino y quienes me inculcaron los valores del trabajo esforzado y honesto.

Me voy contentoy agradecido, con la frente en alto, con la satisfacción de la labor cumplida y con la tranquilidad que otorga el  haber propiciado un relevo cuando lo juzgue oportuno y le deseo a mi sucesor los mejores éxitos en su futuro desempeño al frente del más importante gremio nacional que es sinónimo de paz, democracia, seriedad y progreso.
Quetengan una feliz semana,

Cordialmente,

LUIS GENARO MUÑOZ ORTEGA
Gerente General

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