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Después de señalar las diferencias entre sostenible y sustentable, pero además de presentar la que considero la definición más adecuada para la sostenibilidad en los planos: empresarial, económico, social, político, y ambiental; estimo necesario partir de ése significado, para aclarar su concepto pero sobre todo, para magnificar su importancia cuando lo analizamos bajo la arista de la sustentabilidad.
Sostengo que la principal diferencia entre sostenibilidad y sustentabilidad radica en que la primera implica duración y, por ende, temporalidad, mientras la segunda conlleva argumentación y por lo tanto verificabilidad. Así las cosas, en la dimensión o ámbito de acción empresarial, los condicionantes y determinantes los da el sector y tipo de industria que marcan la pauta en tanto fijan los fundamentales que los movilizan y la dinámica que los caracteriza, como también los medios y prácticas usados para generar utilidad.
En ese entendido lo primero pendiente de hacer al analizar la Sustentabilidad empresarial, debería ser revisar y comprender muy bien las implicaciones de todos y cada uno de los sectores y subsectores en todos los frentes de producción, desde el primario relacionado con la adecuada explotación de los recursos naturales, al secundario, es decir, asociado a la manufactura, hasta el terciario que integra los diferentes servicios que necesita una economía evolutiva.
De ahí es clave utilizar tipologías que sirvan al diseñar, implementar y evaluar las políticas públicas que respondan correctamente al desarrollo empresarial, tales como las Variables Determinantes incluidas en el Escáner que propongo para tal propósito, que considera los siguientes elementos constitutivos de éste: 1. Características del mercado que incluye tamaño nacional e internacional, estructura de eficiente a monopólica, complejidad grado de madurez y ciclo de vida tecnológico, cadenas productivas y clústeres asociados, así como las economías de escala que conlleva; 2. Participación en el agregado productivo nacional; 3. Eslabón en la cadena de valor sea comercialización, maquila, producción, gerencia, y/o, investigación y desarrollo; 4. Ámbito comercial; 5. Requerimiento de capital humano y potencial de generación de mano de obra calificada; 6. Posibilidad de desarrollo de ventajas competitivas; 7. Sustentabilidad e impacto ambiental en términos de favorabilidad; 8. Integración entre el capital empresarial nacional y el internacional; 9. Asociatividad y conformación de redes nacionales e internacionales; y 10. Relación y afinidad con la apuesta pública.
Lo anterior es absolutamente sustancial al evaluar la sustentabilidad más que la sostenibilidad empresarial, que como mencioné busca asegurar la supervivencia de las empresas y para tal fin usa múltiples instrumentos, métodos y recursos que garantizan ese propósito de gestión operativa y administrativa.