El reciente anuncio que Sidetur entró técnicamente en falta de pago por la emisión de 2006 pone a pensar si es un evento aislado o señal de un problema general del gobierno venezolano.
Sidetur, que produce 40% del acero para construcción en Venezuela, fue expropiada en 2010 por decreto y ocupada a finales de 2012.
El pasado 30 de enero, Deutsche Bank -que actúa como administrador de una emisión de bonos que Sidetur hizo en 2006 por US$100 millones- envío una carta a los que poseen los bonos informándoles que la compañía no repuso dinero en el fondo de reserva - se usa en caso que la compañía no pague el interés a los bonistas. Como es considerado un incumplimiento del contrato, la compañía entra en “default técnico” lo que permite a los dueños de los bonos demandar por el pago inmediato de lo invertido - que se estima en US$75 millones.
Algunos dirán: “que no haya puesto dinero en el fondo de reserva de una deuda US$75 millones de dólares cuando el gobierno ingresa más de US$100.000 millones anuales son migajas para el gobierno venezolano”. Es cierto. Pero, si son migajas, por qué no pone dinero en el fondo. Se supone que si tiene tanto dinero lo puede hacer.
Aquí entonces surgen preguntas clave: ¿Acaso es que hay desorden en el gobierno que se olvidó? ¿Acaso es que hay desorden con la incertidumbre de la salud del presidente que está en Cuba recuperándose de una operación de cáncer y que hasta hoy no se ha visto? O más preocupante aún: que el nivel de endeudamiento es tan serio que el gobierno está teniendo problemas de pago.
En enero de este año, la agencia de calificación Moody’s cambió la perspectiva de la deuda del gobierno a negativa. ¿Por qué? Se excedieron considerablemente en su capacidad de gastos durante las elecciones presidenciales y regionales. Un bolívar cada vez más sobrevaluado cuando lo comparas con el mercado negro. Y la debilidad de sus instituciones y a la concentración del poder en manos del presidente Chávez que crea mas incertidumbre en caso que no vuelva al poder.
A esto hay que sumarle que el gobierno de Chávez ha estado aumentando su poder en el aparato productivo del país.
En los 14 años de chavismo, el plan socialista ha expropiado y nacionalizado empresas en áreas tan diversas como petróleo, telecomunicaciones, electricidad, cementeras, siderúrgicas, empresas de café, bancos y fincas. Según estimaciones de la consultora Econanalítica, Venezuela debería US$13.400 millones a las empresas que le sacaron sus propiedades y no les han pagado.
No sabemos. Pero, sí sabemos que el gobierno y la economía están pasando por serios problemas. Y no pagar es una preocupación.
