Rezago en infraestructura

La geografía nacional es agreste y sumado a eso la infraestructura no había sido uno de los cimientos de las políticas del país. En el informe de competitividad global de 2013-2014, la posición que obtuvo Colombia frente a infraestructura fue 92 y en cuanto a calidad la posición fue 117 entre 148 países. En 2008 cuando este informe fue publicado por primera vez la posición que ocupó el país fue de 80 y 84 en cuanto a calidad de dicha infraestructura de 134 economías.

Uno de los elementos que ha contribuido a que algunos sectores desarrollen su infraestructura ha sido permitir que el sector privado se involucre en la prestación de servicios que estaban permitidos exclusivamente para el sector público. La nueva ley que permite las alianzas entre el sector público y el sector privado es una herramienta que debe impulsar que más infraestructura sea desarrollada en el país. 

Según el informe nacional de competitividad del Consejo Privado de Competitividad 2013-2014 hay un retraso en la implementación de proyectos evidente. Para el período 2010-2014, el Gobierno pensaba contar con más de 1.800 kilómetros (km) de red vial pavimentada y a marzo 31 de 2013 el avance era de solo de 39,4%. También tenía como meta realizar más de 840 kilómetros nuevos de doble calzada en operación a través de concesiones y, para el mismo momento, el avance era apenas de 38,7%. En cuanto a vías férreas la meta era activar por concesión 1.154 kilómetros sin embargo, de acuerdo con el último reporte de la Agencia Nacional de Competitividad (ANC), apenas se está culminando la contratación de las obras. En materia fluvial: para el mantenimiento del río Magdalena se espera concesionar 800 kilómetros y hasta el momento apenas se ha abierto la convocatoria para la licitación.

Según una presentación del Departamento Nacional de Planeación en un reciente evento de Anif, se han logrado 554 km de doble calzada, 6,1 km de túneles y 127 puentes construidos.

En el informe del Consejo Privado de Competitividad están enunciando varios de los problemas que vale la pena revisar. El primero es que el transporte de carga en el país no es competitivo. En primera medida los precios son rígidos pues según la regulación los cobros no pueden estar por debajo de los costos eficientes de operación. 

Lo otro es que están limitados los vehículos de carga extra larga en la medida en que supuestamente dañan la malla vial, pero al incorporar más ejes a un vehículo el peso se distribuye de mejor manera, además, que en menos viajes se pueden transportar más volumen. Otra cosa es que la edad promedio de los vehículos es de 23 años y 37,3% tiene más de 20 años. Algo que también es importante es que las políticas de los últimos años se han alejado del transporte multimodal, en Colombia más de 72% de la carga se realiza por carretera, mientras que el transporte multimodal apenas alcanza el 1,5%. Poco se ha trabajado por la navegabilidad de los ríos, por ejemplo y en transporte férreo 99% de lo que se mueve por ahí es carbón. Y estas son apenas algunas de las cosas de las que habla el informe.

La inversión en infraestructura contribuye al desarrollo pero es importante que esta le sea útil al aparato productivo, para ello dicha inversión debe responder a criterios de competitividad y seguridad a largo plazo. Esto quiere decir que deben superar los ciclos políticos y los mandatos gubernamentales. Lo que se vaya a construir debe proyectarse para las siguientes generaciones. Nada se resuelve si se construyen cosas en el corto plazo porque muy probablemente no durarán.