Realidades de las Concesiones 4G

Cuando se leen las noticias de la prensa sobre las ‘maravillas’ de la Concesiones de Cuarta Generación que promete el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y se habla con colombianos conocedores del tema, se llega a la conclusión de que tenemos primero que ‘verlas para poder creer en ellas’.

Comentan los expertos que numerosos constructores de talla internacional vinieron a Colombia para informarse sobre dichas obras con el fin de participar en las licitaciones para su ejecución. Para cada una de las concesiones adjudicadas hoy se inscribieron inicialmente cerca de diez proponentes y finalmente se retiraron todos, dejando solamente dos o tres firmas colombianas. ¿Por cuáles motivos NO cotizaron?

Estos constructores consultaron con sus embajadas, con sus posibles socios colombianos y leyeron cuidadosamente los pliegos de cargos, en los cuales se refleja nuestra legislación tropical en temas clave como las expropiaciones, las licencias ambientales, anticipos exagerados para la seguridad social… De seguro les comentaron sobre las extorsiones, las coimas para lograr los pagos y las autorizaciones de las autoridades. Y las informaciones recolectadas fueron tan negativas que optaron por NO participar.

A continuación menciono algunas de dichas informaciones, las cuales, infortunadamente, parecen ser las mismas que atemorizan hoy a los bancos y corporaciones financieras para NO participar en la financiación de las ‘maravillosas’ Concesiones 4G.

Una de las razones fundamentales proviene del embeleco de la Corte Constitucional con sus consultas previas a las comunidades por donde pasarán las vías o se construirán las obras. Sí; comunidades que surgen por generación espontánea, por lo general.   

El presidente Juan Manuel Santos presentó y le aprobaron en el Congreso una ley  para facilitar las expropiaciones de tierras para las vías. Los expertos consultados coincidieron en reconocer que sí se avanzó en relación con las trabas que existían anteriormente. Pero estimaron que con un buen leguleyo se pueden impedir todavía tales expropiaciones. 

Las dilaciones y las exigencias absurdas para la concesión de los permisos de las Corporaciones Autónomas Regionales, Comfamiliares y Sena, también influyeron en la escasez de participantes en las licitaciones.

Ahora bien, contra viento y marea se han adjudicado ya numerosas vías de 4G; pero ahí surge el problema ya esbozado, el incierto cierre financiero, el temor de la banca y las administradoras privadas de fondos de pensiones para destinar más de 25 billones de pesos para financiar unas obras por 47 billones, sin contar con los cuantiosos anticipos que los gobiernos les entregaban en tiempos pasados a los ganadores para iniciar trabajos. Ahora les pagarán a medida que finalicen tramos, lo cual es razonable.

Yéndonos muy bien, en un año se estarán iniciando obras. Pero las competencias por los escasos dineros del Gobierno, seguramente repetirán la historia de la vía Ancón-Primavera en Antioquia, donde se van a completar 10 años para construir 10 kilómetros.