.
ANALISTAS

‘Putinismo’

viernes, 8 de agosto de 2014
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Cuando el presidente de Rusia, señor Vladimir Putin, llegó al poder en el año 2000, Occidente lo recibió con beneplácito, porque habló de economía de mercados, de cooperación, de integraciones comerciales… Por entonces nadie sospechó de sus trasnochadas pretensiones imperialistas de los últimos tiempos, su interés en reconvertir a Rusia en un gran imperio territorial. Putin completa ya doce años en el poder. 

Mientras China se integra financieramente a las economías de Latinoamérica y Estados Unidos se integra con los mercados del Sur de Asia, Putin se desintegra de los mercados europeos y viene a firmar acuerdos en Suramérica con las ‘dictaduras democráticas en dificultades financieras’, los que se reeligen denigrando de los imperialismos y los que amordazan o encarcelan la oposición, esto es, los que se asemejan a su estilo de gobierno,  ‘los putinistas’. 

El Banco de Desarrollo y el Fondo de Reserva fundados durante la cumbre de los países que se designan como BRICS, han sido considerados por las izquierdas retrógradas como un gran éxito de las políticas rusas, porque se perfilan como un grandes competidores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 

Falso. De todas las economías emergentes que integran los BRICS, la única economía que sí emerge verdaderamente es la de China. Brasil e India se consideran emergentes desde tiempos inmemoriales y seguirán así durante décadas. Sudáfrica padece una profunda crisis económica. Y la economía rusa, en manos de Putin, no se considera emergente sino ‘sumergente’.  En síntesis, el desplome del imperio soviético más que territorial será económico. 

La sede del banco de los BRICS será China, país llamado a beneficiarse directamente de tal banco.  Se comenta, además, que el capital inicial es sumamente exiguo para las necesidades de sus miembros con más proyectos que dinero. 

Las sanciones económicas y militares impuestas por los Estados Unidos y por la Unión Europea a Rusia, por culpa de los separatistas ucranianos que no supieron distinguir entre un avión de pasajeros y uno de combate, están siendo aprovechadas por los ‘putinistas’ para fomentar el nacionalismo ruso. Pero la realidad parece ser que el aislamiento de Rusia y las amistades con países descuadernados les van a repercutir pronto en su débil economía y en el surgimiento de la oposición.  

Este expansionismo de Rusia nos recuerda las ocupaciones de Adolfo Hitler de los territorios de Renania en 1936, de los Sudetes en 1938 y de Checoslovaquia en 1939, las cuales fueron toleradas, aprobadas, por el bobalicón canciller inglés, Neville Chamberlain, con la promesa de Hitler de no ocupar más territorios. Ahora, ante la incapacidad de Occidente de suspender las carnicerías de Bashar al Assad en Siria, tomó nota Putin de que él también podía continuar ocupando territorio en Crimea y Ucrania… ¿Se repetirá la Historia? 

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA