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ANALISTAS

Presencia cafetera en la economía nacional

lunes, 9 de febrero de 2015
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La mejor manera de exponer la importancia de un sector en nuestra economía es poner a la vista de todos sus cifras, compararlas con otros renglones productivos y estudiar su incidencia en distintos ámbitos. Esto precisamente es lo que propongo en esta carta: comentar con objetividad la relevancia del sector cafetero en el país. Y para ello se abordarán cuatro puntos cardinales, como son: el empleo cafetero, sus exportaciones, el PIB y el valor de la producción y, como último punto, el costo oportunidad de la caficultura.

El primero de ellos, es decir, el empleo cafetero, cumple un papel prioritario toda vez que ha creado 785.000 empleos directos, siendo en el porcentaje total del país el 26% de la totalidad del campo agrícola. Si lo comparamos con otras actividades agropecuarias similares, es 3.5 veces mayor al empleo creado por los cultivos de arroz, maíz y papa, y es 10 veces más grande de lo que genera el cultivo de la palma africana y el caucho juntos. Por otra parte, y comparándolo con otros sectores, nuestra caficultura genera el doble de empleos de la construcción (1.2 millones de ocupados) y cuadruplica al sector minero energético. Estas cifras nos permiten ser un verdadero motor de desarrollo de la economía rural, toda vez que el valor de la cosecha, de $5,2 billones, se redistribuye como ingreso entre las más de 550 mil familias que habitan en 595 municipios del país. Así las cosas y con este potencial, el efecto multiplicador de un incremento del 10% en el ingreso cafetero es de un 43pb sobre el PIB, aspecto fundamental pues, si lo comparamos con el petróleo, este solo impactaría un 4pb del total del PIB.

El segundo punto a tratar es el concerniente a las exportaciones cafeteras, teniendo como marco referencial las cifras que van de enero a noviembre de 2014. Siguiendo con los paralelismos, nuestro sector produce el 33% de las exportaciones del sector agropecuario, siendo 3,2 mayor que las exportaciones de banano y 4,6 veces más que el renglón floricultor, para contribuir con un 4,4% en la totalidad de las exportaciones del país. No deja de resultar paradójico que mientras el sector minero-energético representa el 67% de valor de las exportaciones del país solo genera 195 mil empleos, mientras que el café genera cuatro veces más empleo que éste, con un valor en sus exportaciones equivalentes al 7% del valor total de las exportaciones de este renglón.

El tercer punto a tratar, es decir, el PIB y el valor de la producción, arroja cifras significativas, tal como comprobarán a continuación. Si tenemos en cuenta que de las 5 millones de hectáreas destinadas a las actividades agrícolas, sólo el 18% de estas corresponden al café, siendo 1,4 veces mayor al área en maíz, 4 veces a lo sembrado en caña de azúcar y doblando en extensión al arroz y a la palma africana. Tal es la capacidad de producción del sector cafetero que, cuando el PIB del sector agropecuario creció un 6% en el tercer trimestre del año anterior, nuestro dinamismo contribuyó en un 52% de la variación, aspecto que fue señalado en su momento por los expertos quienes coincidieron en la importancia del sector cafetero como un polo de desarrollo.

Como último punto, el costo de oportunidad de la caficultura tiene una gran incidencia en el país ya que no solo ayuda de manera singular al funcionamiento del estado sino también por el papel que cumple en el ahorro que se obtiene de nuestras actividades. Por poner un ejemplo elocuente, al estado le costaría $801 mil millones anuales atender a 561 mil familias con incentivos como los que se emplean en el programa Familias en Acción, o también, al estado le costaría vincular a igual número de familias más de $2 billones de pesos a programas como el de Generación de Ingresos.

Tal como se ha podido constatar en los cuatro puntos analizados, la relevancia que tiene el sector cafetero en la economía de la país es de vital importancia, como lo es también para el sostenimiento de un tejido social que contribuye de manera decidida a la paz y el desarrollo de nuestra área rural, reduciendo la pobreza, potenciando la producción y proporcionando herramientas para que el campo siga siendo un lugar de grandes oportunidades.

Seguiremos empeñados en superar las cifras anteriores para bien del país y para entregar lo mejor a nuestra inmensa familia cafetera que sabe que su trabajo y dedicación es un ejemplo para millones de colombianos que aspiran a vivir digna y armónicamente.

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