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ANALISTAS

Los efectos del fallo

viernes, 23 de noviembre de 2012
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Un 40% de territorio marítimo caribeño fue lo que aproximadamente perdió Colombia con el fallo de la Haya. Entre los colombianos, quienes más afectados resultaron fueron los sanandresanos, perdieron su modo de sustento diario y su forma de hacer riqueza. 
 
Aunque el gobierno ha dicho que no acatara la decisión de la Corte, tarde o temprano tendrá que aceptarlo. La misma canciller, María Ángela Holguín, dijo el miércoles en la plenaria del Senado que la decisión es inapelable.
 
Para la población sanandresana, la pesca, una práctica que realizan desde hace varios siglos, es además tradición y medio de subsistencia de la población que les garantiza la seguridad alimentaria, constituyéndose como una de las actividades sobre las cuales se ha sustentado la vida en el archipiélago.
 
Aunque el PIB departamental aporta apenas un 0.1% al PIB nacional, el archipiélago aporta el 95% de la producción nacional asociada al Caracol Pala y el 85% de la producción de langosta espinosa, siendo ésta última una de las especies marinas con mayor valor comercial en el Caribe. La nueva barrera limítrofe, representará para San Andrés, perdidas de aproximadamente 12mil millones de pesos. Hasta septiembre de este año, el Archipiélago exportó US$ 1.6 millones en langostas, frente apenas US$44,865 en manufacturas.  
 
Más allá de la pesca, el territorio que se perdió es muy atractivo para Nicaragua pues, según estudios hechos, en esas zonas podría haber gas o petróleo. Para Colombia esto también ha sido un atractivo y de hecho ya se había hecho una subasta de bloques en 2010 en los que se habían incluido zonas del mar Caribe colombiano; sin embargo, el gobierno había detenido la explotación en dichos bloques pues en 2005 una gran parte del archipiélago de San Andrés fue declarada Área Marina Protegida. El mismo presidente Santos fue quien hizo el anuncio argumentando que éste era un “importante patrimonio ecológico, social y cultural que debe preservarse con cuidado”.
 
Antes del fallo de la corte, el 25 de agosto de 2012 Nicaragua, a través de su Ministerio de Minas y Energía, publicó un comunicado en el que informaba que dicha cartera estaba abierta a recibir solicitudes de exploración de los interesados con potencial petrolífero. Y ya unos años antes había realizado una subasta de un bloque a unas pocas millas del meridiano 82. De hecho, actualmente la empresa que ganó la subasta, que fue en 2008 se encuentra realizando tareas exploratorias. 
 
Ante esto, preocupa que Nicaragua no respete la delimitación del Área Marina Protegida y que las labores de explotación que adelanten afecten no solo la pesca en el poco territorio marino disponible que le quedó a Colombia sino también el turismo.
 
Según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a septiembre de este año, San Andrés fue el 5to destino preferido de los extranjeros que visitaron el país. 
 
La contaminación que llegase a generar Nicaragua por la explotación de hidrocarburos en la zona terminara afectando la pesca y el turismo en Colombia. 
 
Hay una segunda realidad que se ha puesto en evidencia tras el fallo, es la actitud negligente de algunos gobiernos de Colombia que no han velado decididamente por la población isleña y sus derechos como colombianos. Que tenga que darse esto para reconocer la importancia de la población y la riqueza de su territorio es lamentable. Los colombianos, y en especial los habitantes de nuestras fronteras esperan que los gobiernos aprendan la lección. Ninguna población en el territorio colombiano debe sufrir indiferencia de sus gobiernos.

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