En esta semana la proyección del país en el campo internacional estuvo dominada por el anuncio de España de promover que no se exija visa a los colombianos y la ilustre visita del secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry.
Cada uno de estos hechos tiene su propio peso específico particular con repercusiones internacionales para la imagen del país, sus relaciones políticas y económicas con estos Gobiernos o sus aliados.
Kerry pasó esta semana por Colombia y dejó en claro que habrá apoyo a los programas para terminar el conflicto armado, aunque se cuente con el respaldo de Cuba y Noruega en las actuales conversaciones de paz con las Farc.
Casi al unísono de esta visita se produjo el anuncio del primer ministro español Mariano Rajoy sobre su interés de promover la exención de visas de turismo para los colombianos que visiten Europa, lo cual provocó toda clase de comentarios, buenos y no tanto en algunos casos.
El secretario Kerry tenía un asunto pendiente en la agenda y es el relacionado a las revelaciones del contratista de la CIA, Edward Snowden, sobre espionaje a Colombia que según el recientemente nombrado embajador de Estados Unidos, en Bogotá, Kevin Whitaker se trataría de manera constructiva.
El tema fue discutido con un tono positivo para Estados Unidos que todo indica Colombia aceptó, porque se argumentaron asuntos de seguridad, algo curioso el termino porque deja implícito que un Gobierno espía a un país amigo.
En su gira por América Latina, de paso a Brasil, Kerry recordó que Colombia ha recibido más de 8.000 millones de dólares a través del Plan Colombia para el combate al narcotráfico y la guerrilla, pero las “chuzadas” a Colombia, no se ven bien entre aliados, aunque se argumenten razones de seguridad.
Así mismo Mariano Rajoy se deshizo en elogios sobre Colombia y su apertura a los mercados, como argumento para promover que la Unión Europea no exija visa a los colombianos, ahora los españoles creen que somos un país más seguro.
Pero mucho hay de largo y ancho en ese anuncio, ya que pese a que es verdad que en Colombia hay seguridad jurídica y se ha multiplicado la inversión extranjera directa que recibe, con incremento de la renta per cápita, también es cierto que los colombianos no estamos en el eje de la Unión Europea.
Todavía falta tela por cortar en esa loable iniciativa de España, debido a que desde agosto del 2013 entró en vigor provisionalmente el Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión Europea, Colombia y Perú, ratificado por el Parlamento Europeo y el Congreso español, pero son 28 ya los parlamentos de los Estados miembros de la Unión Europea los cuales deben dar el sí a la iniciativa para exención del visado.
Es claro que ese tratamiento preferencial se refiere a las visas para quienes quieran ir a España de turismo a contribuir con su consumo para que renazca la industria sin chimeneas en la Madre Patria.
España concede unas 300 mil visas anuales y sigue creciendo el número de colombianos que han obtenido la doble nacionalidad hispano-colombiana, mientras que según Rajoy son unos 27 mil los españoles que viven y trabajan en Colombia, en busca de nuevas oportunidades.
Rajoy pidió a la Comisión Europea y a los demás Estados Schengen que se retire a Colombia y Perú de la lista de países con visa de corta duración, pero el listado de 2012 sobre países con el beneficio de tránsito sin visa no incluyó a Colombia.
Con la crisis de desempleo y los problemas económicos en Europa todo juega, tanto a favor como en contra de Colombia, veamos cuál será el próximo movimiento.
