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Es un compuesto orgánico que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y se dispara durante esfuerzos de alta intensidad; se produce por la descomposición del glucógeno que se encuentra en los músculos y en diferentes órganos. Este proceso anaeróbico de alta intensidad se produce en ausencia de oxígeno.
Sin embargo, la energía que se libera es aeróbica para poder oxigenar los músculos de manera adecuada. Este proceso se descompone para producir energía y químicamente se convierte en lactato, cuya acumulación vuelve más ácido al músculo provocando contracción muscular y cansancio, dejando una sensación de quemazón en el músculo.
Con el entrenamiento a altas intensidades, las fibras musculares se acondicionan y se reduce la capacidad de producir más ácido láctico en los músculos; así que el entrenamiento incrementará la resistencia ya que nuestro cuerpo movilizará el lactato rápidamente de un músculo a otro para obtener energía, y muchas células se adaptarán para poder utilizar y descomponer la energía y producir menor cantidad de lactato.
Así como existen muchas pruebas de laboratorio para deportistas, existe una prueba de laboratorio para medir el lactato. Algunos hacen unos cálculos con la frecuencia cardíaca pero esto puede ser bastante inexacto. En este caso, la frecuencia cardíaca no provee información del rendimiento, ni de la actividad aeróbica y anaeróbica. La mejor manera es medirla con una muestra de sangre muy pequeña -que se toma chuzando la punta del dedo o el lóbulo de la oreja-, para probar la intensidad y cantidad de energía que ha generado un esfuerzo máximo y saber si resulta eficiente el entrenamiento; los resultados se basan en procesos de aparición y desaparición del lactato en la sangre.
La mejor forma de eliminar el ácido láctico es con descanso, por eso muchos entrenamientos requieren de intervalos (pausas) para convertir el lactato en energía. El ácido láctico es una energía que nace de nuestro entrenamiento y puede ser reutilizada para volver a generar energía en nuestro cuerpo, siempre y cuando sepamos cómo utilizarla y en qué momento.