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La rentabilidad ajustada por riesgo de la banca colombiana

martes, 9 de julio de 2013
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La rentabilidad es uno de los principales indicadores para evaluar la salud financiera de una compañía, debido a que determina su capacidad de generar utilidades y su habilidad para remunerar a los inversionistas. En el caso de los bancos, esta medición es el principal termómetro para identificar la eficiencia con la cual los bancos desempeñan sus funciones, dentro de las cuales se destacan el otorgamiento de crédito, la gestión de sus portafolios de inversión, la prestación de otros servicios y la mitigación de los riesgos inherentes a sus actividades.

 
La rentabilidad de la banca colombiana es constantemente analizada por los medios . 
 
A principios de 2013, por ejemplo, la rentabilidad de nuestra industria bancaria volvió a ser objeto de estudio, debido a un error sobre su magnitud reportado en un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI). De acuerdo con él, la remuneración que otorgaba esta industria a sus accionistas había fluctuado alrededor de 26% desde 2005. Esa inexactitud generó varios señalamientos hacia el sector, que lo acusaban de anticompetitivo y con un alto poder de monopolio. 
 
Para mejorar el entendimiento de los indicadores de rentabilidad, las autoridades financieras internacionales han orientado sus esfuerzos para incluir dentro de estas mediciones los riesgos inesperados a los que se enfrenta la industria bancaria. 
 
Este  método, que se conoce como la rentabilidad ajustada por el riesgo, constituye una herramienta adicional para mejorar la comprensión de los resultados que se obtienen a partir de las medidas tradicionales de este concepto. 
 
Los indicadores de rentabilidad bancaria a mayo de 2013 se ubicaron ligeramente por debajo de los observados en años anteriores, con lo cual permanecieron en la tendencia decreciente que siguen desde 2008. El ROA en mayo de 2013 se sitúo en 2,06%, inferior en 0,1 pp al valor observado un año antes. La senda decreciente que registran estos indicadores da cuenta de un sistema bancario cada vez más competitivo y eficiente. 
 
La rentabilidad por sí sola es una medida poco significativa, ya que en la mayoría de los casos se ignora el riesgo que se asume. La rentabilidad ajustada por riesgo (Raroc, por la sigla en inglés) es un método que sirve para medir la rentabilidad de la cartera crediticia, pero involucrando los factores de riesgo, como los límites de exposición de los clientes y los acreedores.
 
Con el fin de conocer la rentabilidad ajustada por riesgo de la banca local se calculó el Raroc para diferentes períodos. Esta metodología busca identificar aquellas pérdidas inesperadas  que no están cubiertas por las provisiones de cartera. 
 
Con este ejercicio se busca encontrar aquellos escenarios extremos o poco probables y conocer si la banca tiene la solidez patrimonial suficiente para absorberlos.
 
El estimativo hecho para Colombia, con datos desde enero de 1995, arrojó que las pérdidas inesperadas para el sistema bancario colombiano equivalen a $3,9 billones. Este monto sería el necesario para cubrir pérdidas mayores a los montos provisionados, en situaciones de estrés. La estabilidad del sistema bancario local y su solidez patrimonial permiten cubrir este riesgo en caso de presentarse, incluso en escenarios más ácidos: en el percentil 95 de la distribución las pérdidas inesperadas ascienden a $6,2 billones, valor inferior a los $6,6 billones de utilidad neta obtenida por los bancos en 2012.
 
El ejercicio se realizó para varios cortes con el fin de discernir períodos más riesgosos históricamente para la banca, así como para notar los momentos de mayor volatilidad. 
 
Restando las pérdidas inesperadas de la utilidad, el Raroc de la banca local luce menor que el ROE, aunque resulta todavía muy sólido. El indicador, si se tiene en cuenta la volatilidad desde 1995 hasta 2012, resulta ser 9,1%, que es inferior al ROE. 
 
De esto se concluye que el costo de cubrir este riesgo “inesperado” es alto. Se puede decir que los bancos tienen un menor retorno al capital verdadero, al aplicar este ajuste de riesgo, que el estimado con las medidas tradicionales. 
 
En su reciente informe sobre Colombia, el FMI destacó que la rentabilidad sobre el patrimonio en el país era elevada, puesto que había alcanzado 25% al cierre de 2005. Sin embargo, al ajustar este valor por riesgo, se obtiene que para ese periodo el indicador se encontraba  en 12,3%. 
 
Lo anterior permitiría afirmar que la actividad bancaria en Colombia es una de las más rentables de la región. Sin embargo, asumir los riesgos propios de ésta hace que este margen de ganancias se reduzca de manera considerable. 

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