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ANALISTAS

La involución de la Universidad Nacional

viernes, 26 de octubre de 2012
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En buena hora la Universidad Nacional ha emprendido el proceso para la formulación de un “Plan Global de Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia - Calidad Académica y Autonomía Responsable 2013-2015”, el cual, mas que constituir un plan de desarrollo a tres años, constituye un ejercicio de visualización de lo que debería ser, y el papel que debería cumplir la Universidad en un horizonte de 20 años, es decir, moldear, desde ahora, a la Universidad Nacional que deberemos tener en el año 2032. Como lo reconoce un documento de discusión preparado por la rectoría, “ estamos entonces ante un doble reto: formular un plan global que consolide los avances logrados y que oriente recursos hacia la atención de los asuntos críticos en el corto plazo y dejar establecidas y operando las metodologías y acciones que permitan concretar una visión 2032, las grandes apuestas de la Universidad y un presupuesto al menos, al nivel de esta magnitud, que permita la consolidación de la institución en el desarrollo territorial de la Nación. El propósito es que esta mirada a 20 años permite tomar decisiones más conscientes y racionales y gestionar los recursos para hacerlas realidad”

Frente a esta gran iniciativa preocupa que se discuta de manera exclusiva con los estudiantes, profesores y personal administrativo de la Universidad y no con el conjunto de la sociedad. Pareciera que la suerte de la Universidad solo interesa a unas partes de la comunidad académica y se excluye a todos lo que nos movemos por fuera de los muros de la Universidad.  Ello, por cuanto ni siquiera a los egresados y a sus asociaciones se les toma en cuenta para la formulación del ejercicio.

Mientras en las grandes universidades del mundo se hacen ingentes esfuerzos para atraer a los egresados, y en buena parte de ellas, son estos los responsables de la consecución de donaciones y de recursos para ampliar los programas de becas, investigación o infraestructura, en el caso de nuestra Universidad Nacional los egresados no son considerados como un activo y solo son tenidos en cuenta para la formulación de un programa de egresados que es requisito para lograr la acreditación de la Universidad y sus programas académicos.

Una buena muestra de la importancia que la nueva administración de la Universidad le otorga a sus egresados y a sus organizaciones se puede apreciar en el sellamiento de la oficina de la Asociación de Egresados de la Universidad Nacional - ADEXUN y la prohibición para el ingreso de los vehículos de las personas vinculadas a las asociaciones de egresados, a los parqueaderos de la Universidad.

Esta actitud de los directivos de la Universidad Nacional, tal vez, responda a la consideración de que como la institución es pública, la totalidad de los recursos requeridos deben ser aportados por el Estado y consideran que los aportes de los egresados no son bienvenidos.

Esta posición no dista mucho de la asumida por los estudiantes de Economía cuando la asociación de egresados propuso, hace unos años, la creación de un fondo para auxiliar a aquellos estudiantes que requerían de ayudas o apoyos económicos para el pago de la matricula semestral, el transporte o la manutención. La respuesta fue: ‘Estos apoyos no son aceptables, es obligación del Estado aportar los recursos necesarios a la Universidad de forma que se pueda lograr efectivamente la gratuidad de la educación’.

Los egresados, sin embargo, no renunciamos a participar en la construcción del futuro de la Universidad, y en particular a evitar que nuestra institución continúe en el proceso de involución y profundice el asilamiento del resto de la sociedad.

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