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En la naturaleza todo está relacionado. El naturalista John Muir sostenía que “cuando se tira de una pita en la naturaleza, se viene pegado el resto del mundo”.
De la pita de los bosques se vienen atados los ecosistemas vitales para la vida humana. Los bosques absorben y retienen el dióxido de carbono de la atmósfera terrestre, regulan los ciclos del agua, albergan los animales, producen madera, alimentos, drogas, forrajes, combustibles…
Algunos científicos sostienen que vivimos hoy una época designada como el “Antropoceno”, es decir, tiempos en los cuales el impacto de las actividades humanas está dominando los ecosistemas de la Tierra, como nunca antes en la Historia. Consideran que la rapidez y la magnitud de los cambios les están imponiendo grandes retos a los ecosistemas que soportan la vida. A continuación algunos de los factores que afectan los bosques.
Deforestación y cambios en el uso de la tierra. Estiman los expertos que después de la Edad del Hielo, los bosques cubrían el 50% del planeta Tierra. Calcula la FAO que esta área se ha reducido hoy al 31%. Estiman algunos, asimismo, que la deforestación es más culpable del calentamiento global que el efecto invernadero que producen las emisiones de los vehículos.
Norteamérica, Europa y Asia han reforestado el 7% del área hoy en bosques. África, Suramérica y Oceanía siguen deforestando en forma acelerada. Los investigadores no se ponen de acuerdo en que todos los bosques plantados remplazan los bosques nativos.
Los megaincendios forestales. Los cambios climáticos secan los suelos, las altas temperaturas reducen la humedad de la biomasa en grandes áreas, elevando el riesgo de los incendios. Las comunidades vecinas contribuyen a los gigantescos incendios forestales de nuestro tiempo y a la deforestación para evitar los riesgos de vivir entre árboles.
Las áreas quemadas no se regeneran, por lo general, con las mismas especies nativas y fuertes, sino con especies exóticas invasivas y débiles, rastrojos, porque la polución de la atmósfera lo impide, les cambia el medio ambiente.
El agua. Los ciclos del agua se mudan a la par con los cambios climáticos. Inundaciones y sequías sin precedentes se alternan. En Chile, por ejemplo, estiman hoy en dos años lluviosos el tiempo requerido para llenar de nuevos sus embalses.
Los bosques son los grandes reguladores del agua; pero se mueren tanto en las sequías por falta del líquido como en los inviernos prolongados por putrefacción en sus raíces. Los bosques previenen las grandes escorrentías, sus hojas secas retienen agua hasta por el 30% de su peso, ayudan a recargar los acuíferos y nos suministran agua potable a nosotros, a la vida animal y a la agricultura.
Para escribir esta nota me documenté en un artículo publicado en la revista The Futurist por David N. Bengston y Michael J. Dockry
