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ANALISTAS

Es tiempo de más educación e inclusión financiera

viernes, 30 de noviembre de 2012
La República Más
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Durante el año he pensado mucho acerca de la importancia de la educación financiera. Esta semana en Univisión ayudé a lanzar una iniciativa que promueve la literatura financiera y crea más conciencia entre los hispanos en Estados Unidos sobre el ahorro, el establecimiento de crédito, evadir el fraude y empezar un negocio. Estas habilidades son vitales para cualquier persona que esté tratando ser parte de la clase media, pero a menudo son pasadas por alto, especialmente en América Latina.
 
El caso para más educación financiera es simple. En EE.UU. los 52 millones de hispanos tienen una capacidad adquisitiva de US$1,2 billones y se espera que se aumente a US$1,5 billones al 2015, más grande que las economías de Canadá y España. El futuro de la economía estadounidense dependerá del bienestar económico de la comunidad hispana, pero los tiempos son duros. El desempleo permanece alto y los hispanos hacen cerca de un 25% menos que el promedio de una familia estadounidense. Alrededor del 35% de los hispanos en EE.UU. no tienen acceso a una cuenta bancaria. Como consecuencia, no tienen acceso a cheques, crédito u otras formas de herramientas bancarias que hacen la vida más fácil y, en algunos casos, ayudan a alcanzar metas en la vida como comprar una casa o ahorrar una pensión. En pocas palabras: si a los hispanos les va mejor financieramente, a EE.UU. le va a ir mejor.
 
Estas tendencias en América Latina son todavía más pronunciadas. De acuerdo con el Banco Mundial, más del 60% de los adultos latinoamericanos, que son 250 millones de personas, están sin bancarizar. ¿Qué pasaría si la emergente clase media en Colombia tiene un mejor entendimiento sobre las finanzas personales y el acceso al sistema bancario? Ellos serían menos susceptibles al fraude y estarían más dispuestos a ahorrar y a gastar más sabiamente. También tendrán mejores trabajadores, estudiantes y consumidores. Millones y millones de pesos se podrían ahorrar o invertir en la economía colombiana.
 
La educación financiera y el acceso al sistema financiero, o lo que llamamos la “inclusión financiera”, tienen que ir de la mano. Usted no va a empezar un negocio formal si el proceso es demasiado complicado o no tiene acceso a la inversión. No puede construir crédito si no hay crédito que dar.
 
La principal caracterísitica de una economía robusta y desarrollada es tener una grande y estable clase media. La falta de educación e inclusión financiera es uno de los factores que detienen a millones de latinoamericanos. Productos financieros con un fácil acceso como las tarjetas de débito, servicios de cheques y de crédito ayudarán a construir una clase media más sostenible en Colombia y en América Latina. Hay algunos ejemplos en EE.UU., como las tarjetas de débito prepagadas y la banca móvil, pero también hay un largo camino por recorrer.
 
Desafortunadamente, el estatus quo es lucrativo para la mayoría de las instituciones bancarias, pero ellos pueden hacer más para ayudar a que los trabajadores de hoy se conviertan en la clase media del mañana. Es tiempo de más educación e inclusión financiera en las Américas, ¿quién liderará el cambio?
 

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