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ANALISTAS

El registro de marca

lunes, 25 de agosto de 2014
La República Más
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Cualquier persona o entidad puede registrar una marca en Colombia; esto es correcto jurídicamente. Pero consideramos que registrar una marca en el País de una empresa extranjera no es conveniente pues es apropiarse de algo que no es del que la registra y esto es una usurpación, que aunque válida, no es estrictamente comercial y aún peor si lo hace alguna entidad que nada tiene que ver con el sector correspondiente.

Colombia no puede seguir el mal ejemplo de algunos productores asiáticos que hacen fiesta con marcas reconocidas confundiendo así al consumidor final y convirtiéndose en los estándares de hacer lo que les provoque.

Al país llegan muchas marcas reconocidas mundialmente que deben darle el crédito al fabricante internacional o al exportador legal y respetar al importador que está haciendo el proceso bajo las leyes nacionales y según las normas de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian. 

Esta entidad pública a su vez debe y tiene la obligación de controlar el ingreso aduanero cumpliendo sus funcionarios los parámetros que se exigen por norma y no por “interpretación”, que algunas veces se convierten en capricho de algunos inspectores.

No entendemos como esta entidad aplica el estigma de falsificado a algunos productos porque el que se apropió de la marca les metió en la cabeza, que todo lo que no llegue a través del que abusivamente registró la marca es falsificado cuando todo el producto proviene del mismo fabricante. 

Ojo señores inspectores de la Dian, porqué algunos se dejan manipular por algunos sujetos que además de apropiarse de una marca les dan señales equívocas de cómo proceder y cometer aprehensiones ilegales contra todas las normas aduaneras de la misma Dian. La Procuraduría comenzó las investigaciones al respecto y confiamos que la Dian haga exactamente lo mismo.

Estigmatizar de falsificación lo que es auténtico, solamente para lograr un monopolio, deja un mal sabor en el comercio y crea un gran peligro para el manejo de los precios. De todos modos, consideremos que no es sano apropiarse de marcas y menos lograr un peligroso monopolio que no le hace bien a nadie.

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