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DEPORTE

Tipos de palos de golf, la guía completa desde jugadores principiantes hasta expertos

miércoles, 1 de junio de 2022

Los tipos de palos se agrupan en seis categorías que se diferencian por la distancia que la bola es capaz de alcanzar con un golpe

Expansión - Madrid

La decisión de comprar uno u otro palo es clave en función del nivel de juego y el estilo de swing de cada uno. En esta guía tendrá las pistas para elegir adecuadamente y seguir los pasos de Jon Rahm en el mundo del golf.

Una de las reglas del golf limita a los jugadores a llevar en su bolsa catorce palos como máximo. Un número que podría parecer elevado a quien recién empieza o no está muy familiarizado con este deporte, pero la realidad es muy distinta.

Si es de los afortunados con acceso a un club de golf y quiere comenzar a curtirse en el campo, habrá que comenzar por lo más elemental. Pese a su apariencia hermética, el golf es un deporte de habilidad que cualquiera puede practicar. Una vez se tengan claros los conceptos básicos, el siguiente paso será acudir al césped.

Un palo de golf se divide en tres partes principales: el grip o empuñadura; el shaft o varilla, el soporte que une ambos extremos; y el club head o cabeza, con la que se golpea la bola. A su vez, en la cara de la cabeza de un palo de golf se diferencian las zonas que unen ambas piezas, siendo estas el cuello, que la junta al shaft; y el talón, una zona lisa que vincula el cuello y a la cabeza del palo.

El resto de la cabeza se compone de las estrías o grooves, encargadas de agarrar la bola y cuya zona óptima de impacto se denomina punto dulce o sweet spot; y, finalmente, la punta o toe, que también es lisa.

¿Cuáles son los diferentes palos de golf?

Los tipos de palos de golf se agrupan en seis categorías que se diferencian por la distancia que la bola es capaz de alcanzar con un golpe, de mayor a menor. Los primeros son los conocidos como driver, reconocerlos es fácil porque son los que tienen la varilla más larga de todas y la cabeza más grande. Se emplean en los primeros hoyos para cubrir la máxima distancia posible en un golpe.

La siguiente opción son las maderas, con el shaft más corto y la cabeza de menor tamaño. Se corresponde con la siguiente fase, cuando todavía hay que conseguir tiros largos pero con un mayor control. Pese a su nombre, cabe aclarar que no están fabricadas con este material.

Conforme se avanza en el número de hoyos, resulta necesario recurrir a un palo híbrido, que garantizará golpes largos, pero con una mayor precisión. Se trata del paso previo a dar el salto a los hierros, este tipo de palo está pensado para el momento en el que las distancias comienzan a acortarse. La longitud del recorrido de la bola ya no es lo más importante, sino el control del tiro para que se aproxime al máximo al green, es decir, el área circundante a la bandera en la que se encuentra el hoyo.

Cuando la bola comienza a acercarse al green, en torno a los 50 o 100 metros, los jugadores cambian a los wedges, también conocidos como palos de aproximación. Su principal diferencia con el resto es su ángulo de apertura o loft. Es decir, la inclinación del ángulo de la cara frontal de la cabeza con respecto a la vertical de la varilla. Esta variable resulta esencial para el juego, a través de ella se conseguirá imbuir a la bola ciertos efectos.

Los wedges son los palos más preciosos y en su manejo y control reside el virtuosismo de un jugador. Gracias al loft, la bola logra elevarse y caer sin rodar, algo fundamental para alcanzar el máximo de precisión posible. Esto no sucede con los drivers, por ejemplo, más enfocados en cubrir el mayor espacio posible y únicamente con un ángulo de entre 9 y 12 grados. Dentro de los wedges existen varias clases, aunque las tres básicas son los pitching wedge, con una inclinación de 45 a 48 grados; los gap wedge, con una de 52 grados; y los sand wedge de 56 grados.

Finalmente, los putter cierran los tipos de palos de golf habituales. Este es el que se usa cuando la bola ya está rodando en el green y solo queda introducirla en el hoyo con el mínimo de golpes o putts.

Una vez que estas categorías están claras hay que tener en cuenta que cada una de ellas se subdivide, a su vez, mediante un sistema de numeración. Cada tipo de palo tiene diferentes modelos identificados por números que se corresponden con una u otra utilidad. Por ejemplo, mientras que los de menor número proporcionan lanzamientos más largos (dentro de lo alcanzable por esa clase de palo en concreto), los más altos se centran en el control.

¿Cuáles son los palos de golf recomendados para empezar?
Como se ha adelantado, los hierros son los palos más indicados para jugadores principiantes; lo aconsejable es partir priorizando el control a la distancia. Además, las varillas de grafito darán un mejor resultado a los principiantes debido a su flexibilidad, a que resultan más manejables y a que absorben el impacto del golpe con una eficacia superior que las de acero.

A la hora de crear tu propia bolsa de palos, poco a poco, los elementales para conseguir un equipo básico son el driver número 1 y un par de maderas de 3 y 5 -los más utilizados generalmente-. A estos deberás añadir hierros con numeración intermedia, al menos un pitching y un sand de los wedges y , para rematar, un putter

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