La historia de un vodka que promete ser un elixir

Fue así como me apasione por Grey Goose, con una historia y proceso de destilación fascinante que lo convierte en un vodka súper premium elaborado en Francia, un país con una reputación de excelencia en la creación de licores espirituosos. 

Esta historia nace en 1997 gracias al ingenio y visión del Maitre de Chai (Maestro Bodeguero) Francois Thibault, quien descubrió en su deslumbramiento por el trabajo artesanal, la mezcla perfecta para la creación de los licores más finos de calidad, donde el trabajo humano se convierte en el secreto para la creación de un sabor perspicaz.

A simple vista se puede apreciar una botella larga, transparente, con una estampilla que lleva consigo unos Alpes que evocan frescura, llama la atención e intriga a descubrir los secretos que oculta la botella. Al destaparla, te sumerges en un aroma limpio y lleno de vida, donde cierras los ojos y te transportas a una huerta  con flores blancas de frutas, manzanas, peras y cítricos ligeros.

Su sabor revela la riqueza de las almendras y la dulzura de la manzana con un toque de bálsamo de limón y pimiento verde, personalmente lo describo en tres palabras: dulce, cremoso y armonioso, en compañía de un termino suave, ligero y limpio.

¿Qué lo hace tan especial? El corazón de su sabor se centra en los ingredientes, para esto hay dos lugares en el mundo que son de suma importancia, la región de Picardie y la región de Cognac; la primera conocida por ser la base de la fina repostería francesa, de la cual se obtiene el trigo blando de invierno, es decir, el mejor trigo francés, certificado de clase 1; la segunda porque es la región de la cual se extrae  a más de 150 metros debajo del suelo, el agua mineral natural de Gensac (la cual al estar suficientemente profunda se mantiene pura) y es filtrada a través de piedra caliza.

Pero el alma de este, realmente  se concentra en su proceso de producción único, cuyo objetivo es potenciar las características de sus ingredientes naturales, contrario al enfoque común de los vodkas, que consiste en eliminar las impurezas de los ingredientes de menor calidad. 

El “know how” de la marca resulta tan exquisito que inspira y da vida a cocteles que se convierten en una tendencia atemporal al momento de tomar una copa, por lo tanto no podía faltar traer  a colación esos cocteles que evocan el arquetipo de Grey Goose; El clásico Martini; Le Fizz , es un coctel equilibrado, suave y refrescante que lo convierten en un aperitivo perfecto; Grey Goose con agua mineral, limón y hierbabuena.

Es un sabor que invita a los colombianos a dejarse deleitar, a poder ser parte de un lujo asequible.