La Feria del Millón, o el arte para primerizos

El montón de ceros que suelen tener a la derecha los precios de las obras de arte alejan el ideal de que todos lo disfruten por igual. Pero en una vieja fábrica en Puente Aranda, zona industrial de la capital del país, están decididos a acortar las distancias el 26 y 27 de octubre. La estrategia para derrumbar el mito de que el buen arte debe ser excluyente es simple: 42 piezas de artistas de toda Colombia y un precio máximo, $1 millón.

Es la ‘Feria del Millón’, que se realizará en Centro Creativo Textura (Cra. 54 No. 5c-33), donde todo costará ese valor, o menos. Se inscribe en el circuito del arte que se toma Bogotá en octubre, pero busca “desinstitucionalizarlo”, y se especializa en “la gente que no conoce mucho el tema”. Aunque contará con artistas como Carlos Salas, Liliana Sánchez y Germán Botero, es para todos los que quieran iniciarse en el mundo de la plástica. Eso dice su organizador, el periodista cultural y crítico Diego Garzón, en diálogo con LR.

¿Cómo nace la idea?
A comienzos de este año me llamó Juan Ricardo Rincón, un amigo que dirige una oficina de arquitectos, y me dijo que estaba remodelando un sitio en la zona industrial donde funcionaba una antigua textilera. Son 12.000 metros cuadrados. Y así como estaba, una fábrica desocupada, estudiantes de artes de la Javeriana, de la Tadeo, de los Andes, venían mostrando allí sus trabajos de tesis de grado. Mostraban sus obras e iba mucha gente. Sin hacer mayor ruido porque eran las tesis de grado de ellos de escultura, de pintura. Les preguntaban cuánto valían, y ellos mismos ni siquiera sabían porque no estaban pensando en eso. Yo lo que vi es que había un potencial, para hacer algo con arte joven.

¿En una fábrica?
En todo el mundo está pasando eso. A nivel de arte, muchas ciudades como Londres, Berlín, Nueva York, lo están mostrando en fábricas, containers, hospitales abandonados, bodegas. Porque en muchas partes, incluida Bogotá, los museos están obsoletos. En el Museo de Arte Moderno no pasa nada. Y para arte contemporáneo lo único realmente bueno es el Museo del Banco de la Republica, no hay dónde más. Viendo esto, dije ¿porque no hacemos una feria de arte que se llame Feria del Millón, donde nada cuesta más de un millón de pesos?. El arte tiene ese prejuicio de que es carísimo. Eso aleja a la gente, y en parte es verdad. Usted va artBo y hay obras de $8 millones, $40, $100 millones. No es que esté mal, sino que es la dinámica del arte. Pero mi intención era crear un evento donde, primero, los artistas tuvieran donde exhibir, los que no tienen galería. Y segundo, con compradores. Cuando uno les dice es a un millón, y además con tarjeta de crédito, bueno, aguanta. Un tarjetazo y puedo llevar un original: una pintura, fotografía, una instalación. Y de buena calidad. Es un evento diseñado para que la gente por primera vez compre una obra.

¿De dónde son las obras?
Se hizo una convocatoria nacional. Recibimos 365 proyectos de todo el país. Universitarios, no universitarios, empíricos, de todas las edades. Fue muy emocionante porque inicialmente creí, va a llegar la Javeriana, los Andes y ya. Al final escogimos 42 proyectos, porque tocaba filtrar calidad. Hay desde estudiantes de 20 años, hasta artistas de 63 años. La selección la hicimos Juan Fernando Rincón, el coleccionista Henry Nasser, la gestora cultural Inés Elvira Morales, el crítico y curador Jaime Cerón, y yo.

Esos días se celebra artBO...
Lo quisimos hacer el mismo día porque el sitio queda a 5 minutos de Corferias. Obviamente artBO es el evento del arte del año. Convoca mucha gente de afuera, coleccionistas importantes, pero también muchos que van solo a mirar. Esta feria no nace en respuesta a artBO, ni es competencia ni quiere ser una piedra en el zapato. Es, digamos, una alternativa. Contamos con el apoyo de Jhonnie Walker y 472. Habrá performance de 10 artistas de la Universidad del Valle. Estará la librería La madriguera del conejo; café Diletto. Será de 11 am 8 pm. Esto es una textilera, no un museo en que la gente piensa “huy, no puedo hablar”. Acá va a haber música. Desmitificar el arte, es mi proposito. Y si quiere comprar, compre.

¿Y por qué comprarlo?
La gente le tiene prevención, pero tiene decoradas sus casas con arte y ni siquiera sabe muy bien de dónde salieron esas obras. Se las heredaron a los abuelitos, cosas que pintaba una tía por allá, un florero ahí que no tiene ni idea porque apareció ahí. Esta es una oportunidad para decir de verdad, esta obra me gusta y yo quiero comprarla. Tengo mi casa y quiero poner esta obra acá en esta pared, a un precio bueno. Acá hay artistas que le puede comprar una obra, de 23 años, y usted qué sabe que en cuatro años pueda ser el próximo Murillo, que a los 27 vendió a US$401.000. O que no sea, pero que ya pueda costar $15 millones. Es una apuesta, puede que no pase nada. Pero el arte tiene esa particularidad, que no se deprecia, siempre sube. Aunque uno lo debe comprar por gusto, no por negocio.

¿Cómo por gusto?
La gente cree que para disfrutar el arte toca hablar de Picasso, Monet, Van Gogh, sino, no sabe. No, el arte es un placer visual, como cuando uno va a cine, o lee un libro, va a teatro. Si yo digo, vamos a cine, usted no dice “huy primero tengo que saber quién es Kubrick, espere venga leo de Luis Buñuel”. Usted va a cine y ya. El arte tiene que ser igual.Es un placer visual y estético. Chévere despertarse y tener en su cuarto, en su sala, una obra que le gusta, que le dice algo a usted, una foto que tiene que ver con su personalidad, una pintura que le llamó la atención y que cada vez que la ve dice “oiga, es divertida, es triste”. Algo que le produce sensaciones, como una película o un libro.

La opinión

Juán Ricardo Rincón
Director Taller Paralelo Arquitectos y organizador de la Feria
“Con la Feria queremos abrir el mundo del arte a la gente que es entusiasta pero que no tiene posibilidad de pagarlo a US$20.000, y aprovechar el Centro Creativo Textura como una plataforma para artistas jóvenes, empíricos, independientes”.