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Entre ingresar y salir de una sala de cine, entre el stop y play de una película, se encuentra la trama revelada de los invitados más cotizados de Ficci 54°, quienes esconderán bajo el descansa-brazos de la sala cartagenera, desde el 13 y hasta el 29 de marzo, personajes como Abbas Kiarostami y Pawel Pawlikowski.
Según Monica Wagenberg, directora de Ficci, el director Kiarostami es uno de los más respetados del mundo. “Ha recibido más de 30 premios de oro en Cannes, y tiene más de 70 créditos cinematográficos”, afirma Wagenberg, y añade que él “es también un guionista, productor y fotógrafo que ha logrado infundir su arte en la escritura y la pintura”.
Entre sus obras más destacadas se encuentran ‘Shirin’, ‘El Sabor de las Cerezas’, ‘El viento nos llevará’, entre otras que logran cautivar cinéfilos en la pantalla gigante en Cartagena de Indias.
Tanto así que Jean Luc Godard, director de cine europeo, afirma: “El cine comienza en D.W. Grif y termina en Abbas Kiarostami”
Siguiendo por el corredor, a la vista del telón de Ficci 54° va pasando inadvertido, pero a la vista de todos los espectadores, Pawel Pawlikowski, que según Adelfa Martinez, directora de cinematografía del Ministerio de Cultura, es un polaco destacado porque “él se ganó los premios Bafta de la Academia Británica con ‘Last Resort’ y la reconocida película ‘Summer of love’. Estoy segura que es un invitado clave para el desarrollo del festival”.
Vale la pena aclarar, que aparte de Abbas Kiarostami y Pawel Pawlikowski van a estar presentes 14 invitados más, entre ellos: Peti Kempinen y Thierry Lenouvel. Este último, en especial, va a repetir invitación al festival, pues también estuvo presente en Ficci 53° en 2013; además, fue coproductor de ‘La sociedad del semáforo;’ ‘La playa D.C.’; ‘Gordo, calvo y bajito’, entre otras.
La primera parada de la cantante barranquillera será Estados Unidos, con 14 conciertos. La gira comienza el 2 de noviembre y los boletos estarán a la venta el 22 de este mes
La iniciativa, a través de una cuidada intervención digital conocida como fake out of home, transforma el monumento en un escaparate que fusiona la riqueza cultural de Japón y España