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La revista británica The Economist confirma que a la fecha se han gastado US$300.000 millones en la organización del Mundial
Varias selecciones que no lograron la clasificación a la siguiente ronda de la Copa del Mundo comienzan a hacer sus balances. El país anfitrión, Catar, empieza a analizar cómo está el aspecto económico, diplomático y futbolístico. La revista británica The Economist confirma que a la fecha se han gastado US$300.000 millones desde el país anfitrión en la organización del Mundial.
La inversión se ha dado desde que se entregó la organización del evento a Catar hace doce años. Pero se habla de que el retorno que ha tenido la economía del país no ha sido positiva: hay reducción de turistas y poca propaganda del certamen, aspecto relacionado con el tema diplomático.
A pesar de que no se espera mucho retorno de la inversión, calculan que la Copa del Mundo inyecte a la economía catarí US$17.000 millones, lo cual no sería ni una quinta parte de la cifra inicial invertida.
Ademas, hay algo que no está cuadrando entre los organizadores del Mundial, pues el negocio redondo lo está teniendo la Fifa. Ellos se están quedando con el dinero de las entradas, los patrocinios y de la transmisión de televisión: este último es el negocio más redituable relacionado con el Mundial.
Asimismo, la decepción no solo es económica. La selección de Catar se convirtió en la peor anfitriona de los Mundiales de fútbol. No ganó un solo partido y obtuvo un tanto en toda la competición.
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