El viñedo de Framingham combina la producción sostenible con la música

La música que recorre el viñedo de Framingham es uno de los grandes diferenciadores de la marca, reconocida como la mejor bodega de Nueva Zelanda por The Real Review.

La marca tiene una gran acogida entre los expertos en vino porque dentro de sus instalaciones mezcla los emblemáticos viñedos ecológicos de uva Riesling (que son característicos de los suelos de Marlborough en Nueva Zelanda), con la biblioteca de vinos personalizada de la familia y una sala donde ensaya la banda exclusiva de la bodega, llamada Renwick Nudes, según informó en una nota de prensa.

La marca, traída al mercado local por Wine&Co a través de Framingham Classic Riesling, Framingham Sauvignon Blanc y Framingham Pinot Noir, es reconocida porque “Andrew Hedley, enólogo jefe, y James Bowskill, viticultor principal de la bodega, son amantes de la música y el vino. Andrew, por ejemplo, es químico orgánico y enólogo autodidacta enamorado de la cepa Riesling y la música Punk; por su parte, James fue reconocido como el Joven Viticultor del Año en 2011, pero ocupa su tiempo libre del viñedo practicando en la sala de la banda donde se desempeña como bajista desde 2008”, informó la compañía en un comunicado. Su expansión se ha logrado gracias a un sello único formado por ser un vino 100% ecológico, con equilibrio, aroma, textura y complejidad en cada entrega, según los expertos.