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El evento americano es una máquina de hacer dinero por el al atractivo que genera para las empresas, los anunciantes y los artistas
El estadio de Phoenix (Arizona) recibirá este fin de semana a cerca de 70.000 personas en el evento deportivo más esperado del año en Estados Unidos. La edición número 57 del Super Bowl no solamente podría romper un nuevo récord de audiencia, con más de 100 millones de personas viéndolo a través de televisión, sino que también servirá para revalidar las cifras millonarias que se mueven alrededor de él.
El enfrentamiento entre los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles tendrá un impacto económico no solo en la ciudad que albergará la final, sino también en la publicidad, los artistas y hasta en países exportadores como México y Colombia.
El experto de la Arizona State University, Anthony Evans, calculó que todo el dinero que se moverá alrededor del evento puede sobrepasar los US$700 millones, teniendo en cuenta que en la anterior edición que se jugó en ese mismo estado tuvo un impacto económico de US$719,4 millones.Según Evans, el dinero saldrá del bolsillo de los comerciantes, los dueños de negocios, las organizaciones sin fines de lucro y las arcas de la ciudad.
“Nosotros tenemos una ventaja. Llegamos más rápido, vía marítima, que los mexicanos a Filadelfia. Ellos lo envían en camiones y tardan más tiempo en cruzar el país y mandarla a la costa oeste”
“El deporte ya es mucho más conocido y ha tenido un gran avance en el país. Además, hemos becado a jugadores colombianos en escuelas de México y esperamos pronto en Estados Unidos”
“Durante siete a 10 días, una ciudad anfitriona se convierte en el lugar ideal para celebridades de la televisión, superestrellas de Hollywood, cantantes y estrellas del deporte”, dijo el profesor en una entrevista con la Arizona State University.
Evans aseguró que el Super Bowl y el Pro Bowl de 2015 generaron alrededor de 6.700 empleos por año en Arizona, un estado que según él atrajo el deseo del sector privado de asentarse por el atractivo que generó la final. Las cuentas que realizó encontraron que 31 empresas hicieron 42 compromisos comerciales que asistieron a 12 eventos deportivos importantes organizados entre 2015 y 2019.
Más allá del impacto económico en la ciudad, el Super Bowl es un imán para los anunciantes. Las empresas llegaron a pagar hasta US$7 millones por un anuncio de 30 segundos, US$800.000 más de lo que se pagó el año pasado e, incluso, sobreviviendo al denominado invierno cripto, que llevó a la bancarrota a varias empresas de ese sector y que fueron las estrellas en patrocinios en 2022.
Al atractivo que generan los comerciales, se suma el show de medio de tiempo que esta vez estará a cargo de Rihanna. Su actuación marcará su regreso a la música después de casi seis años de no pisar un escenario, a pesar de que estuvo activa como empresaria con movimientos que le permitieron amasar una fortuna estimada en US$1.400 millones, según Forbes.
La estrella, también dueña de la marca Savage X Fenty, no recibirá ningún pago por su actuación, pero verá incrementadas sus reproducciones y sus ganancias tal como ya sucedió en el pasado con artistas como Shakira, Snoop Dogg o Eminem.
Según datos de Billboard, las ventas de Lady Gaga subieron un 1.000% después de su actuación en 2017, mientras que Jennifer López ganó 2,3 millones de seguidores más en sus redes sociales luego de que se presentara y bailara salsa con la colombiana Shakira en la final que se jugó en Miami.
La comida también gana
Como cualquier espectáculo, los alimentos y bebidas también se ven beneficiados. Según la National Chicken Council, durante el fin de semana en el que se jugará la final se comerán 1.420 millones de alitas. A esto, se le sumarán 160 millones de alitas veganas, según Compassion in World Farming. A este famoso plato estadounidense también se le agrega el aguacate hass en todas sus presentaciones, en un mercado en el que a pesar de que México es el rey indiscutible, Colombia también se verá beneficiado.
Según Jorge Restrepo, director ejecutivo de Corpohass, del 15 de enero al 4 de marzo se tiene proyectado exportar 1.432 toneladas de aguacates, que de todas formas es menor a la que se envió el año pasado. “El porcentaje bajó a 37%, respecto al mismo periodo del año anterior, debido a la competencia en precios con México”, dijo Restrepo.
Dentro de Colombia, a pesar de los planes que realizan bares o centros comerciales, el evento no mueve mucho dinero, tal como lo confirmó Guillermo Gómez, gerente de Acodres.Pese a esto, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol Americano, Andrés Villa, resaltó que el avance en conocimiento y consciencia en el país ha aumentado. “Aprovechamos la época para darnos a conocer en redes sociales y con eventos en centros comerciales”.
Por eso, es que los ojos sobre el evento siguen puestos en el exterior. Ricardo Uribe, CEO de Cartama, explicó que en el año pasado Colombia exportó el 40% en esta temporada de enero, febrero y marzo. “Ya exportamos 16 contenedores a Estados Unidos, un 25%”. Esto a pesar de que también coincide con Restrepo de que México es el dueño de ese mercado en Estados Unidos.Las cifras del gobierno mexicano señalan que, en los últimos tres años, se enviaron en promedio 31.981 toneladas en las tres semanas previas al partido, es decir, más de 130.000 toneladas en total.
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