El negocio del ‘turismo de maratón’ esprinta

No sólo cada vez es más fácil ver ofertas de agencias especializadas, sino que hasta los veteranos en el sector, como Viajes El Corte Inglés o Thomas Cook, disponen de un lineal de viajes organizados para participar en eventos deportivos.

La prueba mítica del maratón sigue siendo el gran reclamo para estas agencias. “El número de inscripciones en las principales competiciones es el mismo y hay más demanda, por lo que es más difícil conseguir es un dorsal”, explicó la gerente de viajes de la agencia Marathinez, Lidia Hita.

Las pruebas deportivas más cotizadas, por emblemáticas, son la de Nueva York, Boston, Chicago, Londres, Berlín y Tokio, conocidas como las World Marathon Majors. El dorsal para estas competiciones se puede conseguir a través de una marca personal (si se puede acreditar que se ha corrido previamente un maratón y se ha registrado un buen tiempo personal teniendo en cuenta la edad y el género), recaudando fondos para asociaciones benéficas, por sorteo o a través de los turoperadores acreditados.

En el caso del maratón de Nueva York, por ejemplo, se puede ver todo el listado de turoperadores con los que trabajan por países, es decir, a los que se les garantiza un número determinado de dorsales para que los pongan a la venta. En España hay hasta cinco: Endeavor Travel & Sports, Fernando Pineda, Marathinez Tours, Sportravel y Viajes Andrómeda.

Entre los socios locales de este evento, están como oferta de alojamiento Airbnb, el hotel Sheraton New York Times Square y el Hilton Midtwon. La agencia oficial es Anthony Travel.

Fernando Pineda, corredor y fundador de la agencia de viajes que lleva su nombre, lleva más de 30 años organizando expediciones a maratones y medias maratones. “El dorsal de Nueva York ha ido subiendo porque el Ayuntamiento ahora exige a la organización los gastos de limpieza y seguridad, y ellos lo repercuten sobre su precio”.

Además, Pineda aseguró que el gran negocio es la lotería para poder participar en la carrera. “El boleto cuesta US$11 y a la mayoría no les toca”, afirmó. Este experimentado deportista y empresario reconoce que con la aparición de Internet, muchos han optado por montarse los viajes por su cuenta y prescindir de las agencias, aunque en casos como el de las seis grandes maratones acaban recurriendo a los profesionales para asegurarse el dorsal.

Las principales firmas en España son Viajes Andrómeda, Endeavor, Marathinez, Sportravel y Fernando Pineda.

En 2014, más de 1.000 personas viajaron a través de su agencia a distintos eventos, cifras similares a las de sus competidores Marathinez Tours y Sportravel.

Carlos Fernández, de Sportravel, indicó que además de Nueva York, Berlín y Londres, uno de las pruebas que ha cogido mucha fuerza en los últimos años, a pesar de que sólo lleva funcionando desde 2007, es el maratón de Tokio. “Era una prueba muy conocida pero sólo participaban japoneses, inicialmente; cuando se abrió, tuvo mucha demanda por el exotismo de la ciudad”, señala.

Fernández apuntó también que, desde que arrancaron el negocio hace 10 años, la clientela ha crecido considerablemente, en parte porque “ahora parece que correr un maratón sea más accesible”.

En general, la diferencia de precios entre unas agencias y otras no suele ser de más de 200 euros por persona, y se debe, esencialmente, al alojamiento, que habitualmente es un hotel de cuatro estrellas.

El paquete incluye también los vuelos (aunque existe la opción de no comprar vuelos y, en el caso de Fernando Pineda, hay posibilidad de adquirir vuelos y no alojamiento), los traslados entre aeropuerto y hotel, entre alojamiento y punto de salida de la carrera y recogida en la meta.

También pueden incluir algunas dietas, como la fiesta de la pasta que suelen programar los organizadores del evento el día antes de la competición, y donde corredores y acompañantes se arman de hidratos de carbono.

Los viajes a destinos europeos oscilan entre los 500 y los 800 euros por tres noches de hotel, y los transoceánicos, entre los 1.600 y los 2.500, y acostumbran a ser cinco noches para que los corredores vayan descansados a la prueba y puedan hacer algo de turismo.