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“Ecuador es un país productor de cacao y se dice que fue aquí en dónde se descubrió esta semilla y pensamos que podríamos aprovechar esa tradición chocolatera del país”, cuenta Rubén Lara, especialista de promoción y operación turística de Quito Turismo.
Una de las empresas que le ha metido el alma al tema del chocolate es Pacari, una compañía joven que decidió aprovechar el cacao de su país para producir el mejor chocolate. Pacari significa “naturaleza” en Quechua, nombre que evoca todo lo que representan sus chocolates pues están hechos completamente de cacao, sin lácteos ni azúcares industriales y su proceso de producción es orgánico y artesanal.
Desde no hace mucho, entre otras actividades, Pacari organiza una cata de chocolate en una de sus sucursales en Quito. En el local Galeria Ecuador Gourmet, a pocas cuadras del centro histórico de Quito, los turistas pueden participar de una de estas sesiones.
En ellas, los turistas comprenderán las razones por las que el chocolate fino de aroma, como se les conoce a este tipo de producto premium en Ecuador, es el mejor del mundo y los beneficios que aporta a la salud y bienestar. Además, luego de conocer el proceso de producción de los chocolates, los turistas pueden también construir sus propias trufas, con ingredientes como sal, aji y canela y llevárselas para la casa. Las sesiones suelen durar una hora y tienen un costo aproximado de US$11.
De esta manera, Pacari ofrece chocolates de sabores tanto tradicionales como exóticos, que la han hecho ser reconocida por los International Chocolate Awards como el mejor chocolate del mundo en varias categorías, siendo la más relevante, la mejor barra de chocolate oscuro del mundo. Asimismo, barras como las de maracuyá, palo de rosa y hierba luisa han sido también premiadas por la misma corporación por ser únicas.
Por esta razón, Quito busca que el atractivo del chocolate sea un incentivo más para aquellos turistas que, sea por motivos de turismo o negocios, quieran conocer un poco más de la cultura chocolatera del Ecuador.
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