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Empresas de medios tradicionales como Walt Disney, Paramount Global y Warner Bros. siguen siendo actores importantes en el ecosistema deportivo
Cuando la Major League Soccer y la Fórmula 1 no lograron que las cadenas de televisión pagaran lo suficiente por sus derechos audiovisuales, recurrieron a Apple. Cuando las negociaciones de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) con Warner Bros. Discovery llegaron a un punto muerto, esta contrató a Amazon (y Comcast). Y después de que Espn rechazara a la Major League Baseball, la liga espera que Netflix y Apple aumenten sus ingresos.
Las ligas y sus representantes han recurrido a empresas tecnológicas para inflar las ya de por sí enormes sumas de dinero que recaudan por los derechos de transmisión de sus partidos en directo. El coste de la transmisión de eventos deportivos se ha disparado en los últimos años, ya que es el único tipo de programación de entretenimiento que aún puede atraer a una gran audiencia en directo. La NBA acaba de triplicar sus derechos anuales, mientras que la NFL se prepara para un aumento salarial masivo cuando decida celebrar su próxima negociación.
Las ligas han buscado mayores ingresos a medida que sus socios tradicionales, las cadenas de televisión abierta y cable, se han reducido. Las cadenas deportivas regionales, una importante fuente de ingresos para la NBA y la MLB, están colapsando. Para asegurar las grandes sumas de dinero que desean, las ligas han tenido que dividir los derechos entre un grupo más amplio de postores.
Empresas de medios tradicionales como Walt Disney, Paramount Global y Warner Bros. siguen siendo actores importantes en el ecosistema deportivo, pero su inversión tiene un límite. Amazon, Apple, Netflix y YouTube tienen mucho más dinero disponible, si deciden usarlo.
Hasta hace poco, los deportes eran el único factor que mantenía unidos los paquetes de televisión lineal. Si bien los clientes pueden acceder a todo el entretenimiento que desean a través del streaming, muchos de los eventos deportivos más importantes aún requerían algún tipo de paquete de televisión de pago. Pero entre las empresas tecnológicas que compran derechos deportivos y los grandes del deporte tradicional como Espn y Fox que lanzan nuevos servicios de streaming , esto ya no es así. Este cambio solo acelerará la desaparición de los negocios de cable y satélite.
Las empresas de medios tradicionales han restado importancia al surgimiento de las tecnológicas, señalando que las ligas aún prefieren transmitir sus partidos por televisión lineal, y en particular por televisión abierta. El cable y el satélite siguen siendo sistemas de transmisión más fiables que el streaming. Las cadenas de televisión convencionales aún pueden ofrecer una mayor audiencia que la mayoría de los servicios de streaming.
Simplemente navegue a través del feed de Twitter de Mike Mulvihill de Fox Sports y verá testimonios regulares sobre el poder de la transmisión, así como preguntas sobre la disminución de las calificaciones de las carreras y la lucha libre en Amazon y Netflix, respectivamente.
“La fuerza de la transmisión en los deportes se ha demostrado una y otra vez este año”, publicó el 29 de julio, refiriéndose a los índices de audiencia de Fox para un torneo de fútbol femenino.
Espn tiene la mejor cartera de derechos de su historia, como bien te lo asegura su presidente, Jimmy Pitaro. Pitaro está a punto de lanzar una aplicación que presenta como la primera opción para cualquier aficionado al deporte. Incluirá deportes de fantasía, apuestas, resultados y resúmenes. Además, es la primera vez que la empresa, propiedad de Disney, pone todos sus deportes en vivo disponibles en línea para quienes no pagan cable.
Si bien Espn posee la mayor cartera de programación deportiva de cualquier empresa en Estados Unidos, la cadena no puede invertir como lo hacía cuando el cable llegaba a 100 millones de hogares. Ese alcance permitió a los predecesores de Pitaro —George Bodenheimer y John Skipper— buscar prácticamente todos los acuerdos posibles. Se enfrentaron a una dura competencia de CBS, NBC y Fox, todas ellas con abundantes ingresos provenientes del negocio de la televisión de pago.
Espn seguirá invirtiendo en los deportes más importantes. Pitaro acaba de cerrar un acuerdo para comprar activos mediáticos y más partidos de la NFL, a cambio de una participación de 10% en ESPN, y casi duplicó la inversión anual de la cadena en derechos de la NBA al comprometerse con un nuevo acuerdo que promedia US$2.600 millones anuales. También acordó desembolsar US$1.600 millones durante los próximos cinco años para eventos importantes de World Wrestling Entertainment.
Sin embargo, incluso Pitaro reconoce que Espn debe ser un poco más selectivo. La cadena canceló un acuerdo con la Major League Baseball a principios de este año, creyendo que sería mejor pagar menos o perder los derechos por completo. Pitaro se retiró de la puja por la Fórmula 1 porque el deporte quería un aumento mayor del que Espn consideraba razonable. Y Espn está a punto de sacrificar algunos de sus derechos sobre el Ultimate Fighting Championship, si no la totalidad.
Espn no está sola. Warner Bros. abandonó la NBA cuando el precio se volvió demasiado alto y se quedó con Roland Garros, mientras que Comcast se deshizo de ciertos eventos en vivo, como Roland Garros y algunos derechos de la WWE, para ayudar a financiar su contrato con la NBA.
Si bien los consumidores aún pasan más tiempo viendo deportes en vivo en la televisión tradicional que en internet, esto cambiará con el tiempo. Los consumidores ya pasan más tiempo viendo televisión en servicios de streaming que en televisión abierta y cable juntos .
Amazon es la única empresa tecnológica que, hasta la fecha, se ha consolidado como un peso pesado junto a las empresas tradicionales. Posee los derechos de la NFL y la NBA, dos de los deportes más importantes del momento.
Apple y Netflix son un poco más difíciles de interpretar. A Apple le gusta asegurar todos los derechos posibles para dictar la experiencia del cliente. Esta necesidad de control ayuda a explicar los derechos que tiene y los que no.
Tanto la MLS como la F1 luchaban por encontrar un nuevo hogar hasta que Apple intervino para ofrecer más que cualquiera de sus competidores. Esto les dio a los de Cupertino mucha influencia. Apple no pudo llegar a un acuerdo con la NFL, que, al igual que el fabricante del iPhone, está acostumbrada a imponer sus condiciones. YouTube adquirió los derechos del Sunday Ticket de la NFL.
Netflix se ha mostrado reacio a invertir demasiado y demasiado rápido. Inicialmente, la compañía rechazó los deportes. Ahora está incursionando y afirma que solo quiere eventos grandes y contundentes. Pero, así como la compañía comenzó con algunos programas originales antes de convertirse en uno de los estudios más grandes de la ciudad, no hay duda de que Netflix quiere más deportes en vivo. Podría usar los deportes para aumentar la audiencia y expandir su naciente negocio publicitario.
Netflix está evaluando un acuerdo con las Grandes Ligas de Béisbol que incluiría el Derby de Jonrones. Los negociadores coquetearon con la NBA, aunque nunca llegaron a un acuerdo demasiado serio. La compañía habló con la Asociación de Golf de Estados Unidos sobre el Abierto de Estados Unidos y es una de las candidatas a los derechos de la UFC.
La UFC será la próxima gran prueba del mercado. La liga de artes marciales mixtas ha anunciado que se encuentra en la fase final del cierre de su próximo acuerdo mediático, por el que busca mil millones de dólares anuales. Si bien la UFC ha manifestado su deseo de seguir operando con Espn, que posee todos sus derechos principales en EE. UU., su propietario, TKO Group, ha mantenido conversaciones con Netflix, YouTube, Amazon y Paramount, entre otros.
Netflix y Disney ya son socios de TKO en WWE, mientras que el nuevo propietario de Paramount, David Ellison, ha sido visto en el ringside de la UFC en los últimos meses.
Mientras tanto, la NFL está creando un nuevo paquete diseñado para una compañía de streaming como Netflix o Apple. Recuperó cuatro partidos de NFL Network como parte de su acuerdo con Espn y podría buscar más en su próxima negociación.
Las ganancias del streaming suben considerablemente, pero Wall Street no está contento
La semana pasada, Disney reportó ganancias de casi mil millones de dólares por streaming durante nueve meses de su año fiscal, revirtiendo años de pérdidas. Sus acciones cayeron.
Warner Bros. reportó ganancias de su negocio de streaming y sólidos resultados de su estudio cinematográfico. Sus acciones también cayeron.
Paramount reportó ganancias limitadas por streaming en el primer semestre del año, tras pérdidas el año pasado. Además, dio la bienvenida a un nuevo propietario adinerado. Sus acciones se desplomaron el viernes.
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