Francisco Javier García Álvarez

La vida no es efímera; son los recuerdos y la herida de la pérdida lo que perdura. Francisco Javier García fue un hombre cuyos años estuvieron marcados por el amor, la pasión y la dedicación. Como esposo y padre de dos hijas, alcanzó la plenitud en su profesión, convirtiéndose en un destacado ingeniero civil que no solo construyó infraestructuras, sino también inspiraciones para futuras generaciones.

Javier fue un líder comprometido que dedicó su vida al desarrollo de un futuro mejor. Su pasión por su trabajo se reflejó en la creación de carreteras, túneles y puentes, trabajando junto a Sacyr. Nacido en España, entregó diez años de su profesión al progreso de Colombia, donde su corazón dio sus últimos latidos en la capital. Su último proyecto, la doble vía Cúcuta-Pamplona, permanecerá como un testimonio de su arduo trabajo y dedicación, así como el legado que dejó siendo gerente general en la Concesión Unión Vial Río Pamplona, donde fue admirado y querido por sus compañeros.

La vida no se mide por su duración, sino por el impacto que dejamos en los demás. Con un nudo en la garganta que nunca desaparecerá, escribo estas palabras que esconden una mezcla de tristeza y gratitud. Mi padre fue un gran hombre, un faro de luz para muchos; una persona que entregó su mejor versión en cada paso que dio. Se marchó dejando en nuestras manos un gran legado. Su memoria permanecerá por siempre en nuestros corazones. Descansa en paz, papá.