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Un viaje de 5,9 kilómetros por las calles de Bogotá en una patineta eléctrica

sábado, 13 de abril de 2019
Foto: Pierre Ancines/LR

Si usted quiere usarlas debe tener en cuenta los costos, pues el alquiler inicia en $1.500 y cada minuto cuesta $300

Johnny Giraldo López

Cada día son más las personas que se montan en un monopatín eléctrico en las ciudades para evitar el tráfico y los tumultos característicos de nuestro sistema de transporte público. Si bien estas scooters solo son rentables para trayectos de entre 10 y 15 minutos, sus usuarios han expresado que son útiles para quienes viven cerca de su lugar de trabajo o de estudio y ¿por qué no? para los que simplemente buscan divertirse.

“Queremos mejorar la movilidad de las ciudades ordenadamente, trabajando de la mano con la comunidad. Este sistema soluciona las principales quejas de los ciudadanos en movilidad”, dice Santiago Hernández, country manager de Grin.

Para comprobar la utilidad de las patinetas de esta startup mexicana que llegó en 2018 a la hora de llegar al trabajo, me monté en una de ellas desde el edificio Avianca sobre la calle 26 y viajé hasta la sala de redacción de LR, a 5,9 kilómetros de distancia. La primera impresión que me dejó el monopatín es que es muy fácil de maniobrar y que va rápido, para ser exactos, a 20 kilómetros por hora.

Después de tres kilómetros recorridos, en 15 minutos de trayecto, percibí algunas ventajas. Para empezar, el sonido del motor es imperceptible y es de propulsión eléctrica, por lo que es amigable con el ambiente, lo que según los análisis de Grin ha contribuido a que se evite la emisión de 150 toneladas de dióxido de carbono en Bogotá, pues al día se hacen 6.000 desplazamientos.

Otro punto a favor es su capacidad para pasar distintos terrenos. Para completar el recorrido tuve que atravesar varios túneles con charcos que dejó la lluvia de la noche anterior. A pesar de que eran profundos, a velocidad media los atravesé sin mojar mis zapatos, y frente a la dificultad que supone enfrentarse a una pendiente a pie, el scooter tiene suficiente tracción para subir los puentes peatonales.

“Las patinetas son una excelente alternativa porque son cómodas para cualquier microrecorrido. Además, son portátiles y después de su uso se pueden dejar parqueadas en cualquier espacio designado”, agregó Hernández.

Debido a esta característica, en cuatro meses, la compañía ha generado 150 empleos directos y cuenta con 140 operarios en la capital que se encargan de recoger los monopatines que fueron utilizados. El diferencial de GRIN, es que el usuario del monopatín debe dejarlo en una Estación Grin. “Queremos mejorar la movilidad de las ciudades y hacerlo ordenadamente, trabajando de la mano con la comunidad y las autoridades locales. Coincidimos en la importancia en hacer ciudades cada vez más sostenibles y amigables con el medio ambiente” Santiago Hernández, Country Manager de Grin Colombia.

A la altura del portal El Dorado, a tres kilómetros del aeropuerto internacional, empezó a llover. Fue ahí donde encontré la principal desventaja en esta modalidad de transporte, pues pocos se le miden a conducirlo en pleno aguacero. Por esto suspendí durante 10 minutos el desplazamiento. Ya habían pasado 18 minutos desde que empezamos el trayecto, un retraso que puede salir caro en las empresas.

Tan pronto paró el agua, continué hasta mi destino, no sin antes encontrarme con los famosos huecos bogotanos que me dificultaron el recorrido, pues había que estar atento a no caerse así Grin disponga de un seguro contra accidentes y entregue cascos a los usuarios. Para evitar el riesgo, lo recomendable por los usuarios, que ya llegan a 100.000 activos, es moverse por ciclorrutas donde, en su mayoría, se puede circular sin problemas.

Cuatro minutos después, llegué a la oficina. Mi recorrido tardó 22 minutos y el rendimiento del patín superó las expectativas en términos de eficiencia, maniobrabilidad y comodidad. Sin embargo, si usted quiere usarlas debe tener en cuenta los costos, pues el alquiler inicia en $1.500 y cada minuto cuesta $300 que se cargarán a su tarjeta de crédito. Mi recorrido salió en $8.100 por lo que es clave que analice hasta qué punto está dispuesto a pagar por usar las patinetas en las zonas que hoy cubre (ver gráfico).

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