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90% de los chips de inteligencia artificial más avanzados se fabrican por la empresa taiwanesa tsmc.
TECNOLOGÍA

Los jugadores en la guerra de los chips de IA: Nvidia, Broadcom y Tsmc las más valiosas

sábado, 19 de julio de 2025

90% de los chips de inteligencia artificial más avanzados se fabrican por la empresa taiwanesa tsmc.

Foto: Gráfico LR

la carrera por el futuro de los semiconductores se intensifica, aunque las empresas y los gobiernos se enfrentan a una realidad de codependencia

El boom de la inteligencia artificial ha develado una guerra que se forjaba de forma silenciosa en fábricas y empresas de tecnología desde hace algunos años ¿Quién tiene un mayor poder en el desarrollo tecnológico al que se conduce vertiginosamente el mundo?

Noticias como el ascenso de Nvidia a US$4 billones es solo la punta del iceberg del poder que tienen hoy en día no solo los desarrolladores de software de IA, sino los de hardware con los chips semiconductores.

Gráfico LR

Para Ronald Yesid Medina Quiroga, ingeniero de sistemas experto en IA, “el ascenso de Nvidia hasta convertirse en la primera empresa pública en alcanzar una valoración de US$4 billones no es solo un hito financiero; es la manifestación más clara de su poder y centralidad en la ‘guerra de los chips’. Esta valoración se puede interpretar como la cotización del activo más estratégico en la actual competencia tecnológica global”, aseguró Medina.

En esta guerra, por más que Nvidia hoy es la empresa más valiosa del mercado, el poder se esconde no solo detrás de billones de dólares, sino en dependencias mutuas entre las mayores potencias, siendo esto no solo un asunto de industria, sino también de nación donde cada quién lucha por más poder.

Después de Nvidia, la empresa más valiosa de esta ‘guerra’ es Broadcom, valorada en entre US$1,1 - US$1,3 billones. Fabrica chips para redes, telecom y datacenters, siendo otra de las grandes de EE.UU.
Luego está la taiwanesa Tsmc, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited, con una valoración de entre US$1 -1,2 billones, es la encargada de manufacturar chips de 3 nm y 2 nm para empresas como Nvidia y Apple, por lo que es una pieza clave en el crecimiento incluso de la líder estadounidense.

En valoración le sigue Asml, otra de las fichas más importantes dentro del desarrollo de chips e inteligencia artificial, pues la empresa neerlandesa valorada en US$310.000 millones, es la única empresa en el mundo que puede fabricar máquinas de EUV, usadas para fabricar chips más avanzados, de 7 nanómetros hacia abajo, lo que hace a la empresa de gran valor dentro de la industria para los talleres de fabricación de chips.

Después está Samsung, con una valoración de entre US$240.000 - US$295.000 millones, la surcoreana se especializa en el desarrollo de memorias, Dram y Nand, además de la fundición de chips. Le siguen AMD, con un valor de US$200.000 millones, fabrica CPU y GPU para IA, servidores y gaming.

LOS CONTRASTES

  • Rafael Alberto Méndez-RomereoProfesor de carrera académica de la Escuela de Ciencias e Ingeniería de la Universidad del Rosario

    “En Colombia y América Latina tenemos que pasar de ser consumidores de tecnología a ser creadores y gobernantes de ella, y eso comienza en la educación”.

  • Ronald Yesid Medina QuirogaIngeniero de sistemas, experto en IA

    “La capitalización de Nvidia no solo representa un éxito financiero sin precedentes, sino que la consolida como el activo tecnológico más importante de EE.UU.”

Qualcomm, con US$175.000 millones, lidera en chips móviles, 5G y Edge; Texas Instruments, valorada en entre US$175.000 - US$190.000 millones, trabaja en chips analógicos y automotrices; Arm Holdings, US$155.000 millones, hace arquitectura de chips móviles y IoT, y por último Intel, US$85.000 - US$130.000 millones, es fabricante de CPU y foundry en recuperación.

Una guerra geopolítica

La supremacía tecnológica hoy en día va más allá de números positivos en las cuentas de una empresa, se trata de una cuestión geopolítica donde las potencias económicas ahora buscan mantener su poder tecnológico a toda costa; sin embargo, aún en esta guerra sus jugadores, y naciones, siguen dependiendo uno del otro.

Como se mencionaba anteriormente, por ejemplo Nvidia, de EE.UU. depende directamente de Tsmc, de Taiwán, para la fabricación de los chips que diseña, y a su vez, la taiwanesa depende por ejemplo de la neerlandesa Asml, quien le surte las máquinas de EUV con la que en su taller se fabrican los chips que comercializa.

A pesar de esta realidad de codependencia, para Medina “en el actual panorama tecnológico y geopolítico, los chips ostentan una importancia estratégica superior. Son el cuello de botella fundamental, el recurso escaso y el activo físico por el cual las superpotencias compiten. Mientras que los modelos de IA pueden ser eventualmente replicados o superados por distintos equipos de investigación en todo el mundo, la capacidad de diseñar y fabricar los semiconductores de vanguardia está concentrada en un número muy reducido de empresas y países”, lo que explica por qué Nvidia, quien diseña estos chips, alcanzó una valoración superior a la de sus adversarios.

En ese sentido EE.UU., Taiwán y China son los tres mayores jugadores de esta batalla por la inteligencia artificial.

Para Medina, Taiwán es “el taller del mundo. Liderado por la gigante Tsmc, Taiwán produce más de 60% de los semiconductores globales y un asombroso 90% de los chips más avanzados”, explicó.

Por su parte, EE.UU. “es el cerebro de la operación. Empresas como Nvidia, Qualcomm e Intel lideran el diseño y la innovación de los chips que impulsan la inteligencia artificial y la tecnología moderna. Sin embargo, su talón de Aquiles es la fabricación, ya que depende casi por completo de Taiwán”, dijo.

Sobre China explicó que es “el mayor consumidor mundial de chips, pero carece de la tecnología para fabricar los más avanzados. Esta dependencia es su mayor debilidad”.

América Latina corre el riesgo de quedarse fuera de la carrera tecnológica

Para Rafael Alberto Méndez, profesor de carrera académica de la Escuela de Ciencias e Ingeniería de la Universidad del Rosario, la carrera mundial por la IA devela una realidad: los competidores son pocos y América Latina no hace parte de ellos. Un hecho que hace que corramos “el riesgo de quedarnos sin voz en el desarrollo tecnológico global. Y sin voz, no hay autonomía”. Añadió que “necesitamos enseñar no solo a usar la IA, sino a entender cómo funciona, qué implica ética y políticamente, y cómo desarrollarla desde nuestras realidad”.

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