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El sector digital consume alrededor de 7% del total de la energía eléctrica y actualmente ya genera 5% de las emisiones de CO2
La digitalización de las actividades económicas que trajo consigo la pandemia de covid-19 en el mundo aceleró la conexión a internet durante los meses de confinamiento para estar comunicados.
De acuerdo con Pesquisa Javeriana, la publicación científica de la Pontificia Universidad Javeriana, el promedio de CO2 que se produce por visitar una página web es de 1,76 gramos, lo que genera en un año una página con 10.000 visitas, alrededor de 211 kg de dióxido de carbono.
Natividad Buceta, colaboradora de OBS Business School y directora de Empathia, destacó que esa digitalización y uso de internet trae diversas consecuencias.
“Todo esto, según diversos estudios, hace que el sector digital a nivel global consuma 7% de la energía eléctrica y en la actualidad ya genera 5% de las emisiones de CO2 en el mundo, superando incluso el emitido por la industria de aviación”.
“El ritmo creciente de dispositivos conectados y aplicaciones tras el covid-19 implica mayores necesidades de funcionamiento de centros de datos”.
“Para crear una página web que no contribuya al cambio climático, tendrás que asegurarte de que tu contenido cargue rápido, y optimizar la experiencia de tus usuarios”.
Los dispositivos electrónicos suponen más de 60% de las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero del sector digital.
Esta cifra podría ir en aumento por la creciente digitalización y la expansión de la inteligencia artificial, las nuevas aplicaciones y el mayor desarrollo del Blockchain con el auge de las criptomonedas. A esto se le une el despliegue de la tecnología 5G.
La OBS Business School proyecta que en un mundo hiperconectado de equipos electrónicos se elevarían los gases de efecto invernadero hasta llegar a representar, para 2040, 14% de las emisiones globales.
Actualmente, según la herramienta antispam Cleanfox, un mensaje de correo electrónico genera alrededor de 10 gramos de CO2 al año y solo se abre 10% de los mensajes de las newsletter. Además, un usuario promedio recibe 2.850 correos electrónicos no deseados cada año de suscripciones, que son responsables de 28,5 kg de CO2.
La huella ambiental de un email varía, desde 0,3 g de CO2 para un correo electrónico no deseado hasta 4 g de CO2 para un correo electrónico normal y 50 g de CO2 para uno con una foto o un documento adjunto.
Otros estudios, como el del portal WebSiteToolTester, que revisa más de 200 páginas de inicio entre los sitios web más visitados del mundo, encuentra que las web más contaminantes son las de YouTube, Google, Zoom y Amazon, pero también se destacan Netflix y Twitter.
De acuerdo con el estudio, YouTube genera alrededor de 702.000 toneladas anuales de CO2, mientras que Google emite más 267.000 toneladas y Zoom, 114.757 toneladas de CO2.
El informe de WebSiteToolTester también plantea que las redes sociales son las que más dejan una huella ambiental, seguidas por el comercio electrónico y los buscadores.
Pero también hay una importante cantidad de contaminación que generan las páginas para adultos, debido a la gran cantidad de tráfico que soportan. Únicamente, el sitio web Xvideos supone una emisión de más de 25.000 toneladas de dióxido de carbono al año.
Sin embargo, Buceta explicó que la propia digitalización contribuye a la reducción de emisiones contaminantes mediante la mejora de la eficiencia energética en las actividades económicas, en la industria o en la red de transporte y la digitalización puede ahorrar hasta 20% sus emisiones de CO2. Aún así, insistió en que se debe avanzar hacia una Internet verde.
“Es todo un reto, dado el ritmo creciente de dispositivos conectados y aplicaciones tras el covid-19, que implican mayores necesidades de funcionamiento de centros de datos, durante las 24 horas, todos los días. Su refrigeración supone un mayor consumo eléctrico, pues sólo la refrigeración de estos centros de datos representa la mitad de su consumo energético”; señaló la vocera de OBS.
Por su parte el responsable de contenidos de WebSiteToolTester, Josep García, dijo que “para crear una página web que no contribuya al cambio climático, hay que asegurarse que el contenido cargue rápido. Cuanto más fácil sea para los clientes encontrar lo que están buscando, menos páginas tendrán que cargar y menos electricidad necesitará tu web”.
