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El nuevo modelo digital para escalar en redes sociales sin ser influencer
El contenido anónimo y automatizado permite ganar dinero en redes sin ser figura pública ni invertir en anuncios, aprovechando los cambios de algoritmo
En tiempos de inflación, desempleo y reducción del poder adquisitivo, cada vez más personas están migrando a modelos de ingreso que no dependen de un salario fijo. Una de las opciones que más crecimiento ha tenido es la creación de contenido digital sin mostrar el rostro, también conocido como modelo “faceless”. Este enfoque permite generar ingresos desde casa, sin necesidad de aparecer frente a una cámara ni construir una marca personal basada en la exposición.
Según María Prieto, fundadora de la comunidad Mujeres con Poder, el auge de este modelo responde a un cambio de mentalidad. “Lo más poderoso del marketing digital actual es que no necesitas ser influencer. Puedes vender, educar y facturar sin que nadie sepa tu nombre, si sabes trabajar con estrategia”, explica. En sus contenidos, Prieto destaca que hoy es posible generar ingresos utilizando formatos como reels con voz en off, texto en pantalla, audios de inteligencia artificial y plantillas editables.

Este tipo de contenido ha cobrado relevancia por su bajo costo de producción, facilidad de replicación y capacidad de escalar sin grandes inversiones. “Muchas mujeres inician desde cero, sin saber editar videos ni tener seguidores, y aún así logran construir negocios digitales rentables. Lo que hace la diferencia no es el talento, sino la constancia y la claridad en el mensaje”, dice Prieto.
El crecimiento de este ecosistema se refleja en las cifras. De acuerdo con Another.co, el mercado global de creadores de contenido generó más de US$21.100 millones en 2024 y se espera que supere los US$47.800 millones en 2027. Además, por cada dólar invertido en marketing de influencia, el retorno promedio es de US$5,78, lo que lo convierte en una de las estrategias más eficientes para emprender en entornos digitales.
Uno de los elementos clave está en elegir la plataforma correcta. Según Statista, Facebook lidera con 2.910 millones de usuarios activos mensuales, seguido por YouTube (2.562 millones), WhatsApp (2.000 millones), Instagram (1.478 millones) y TikTok (1.000 millones). Estas audiencias masivas aumentan la posibilidad de viralizar contenido en las redes, incluso desde cuentas nuevas o sin presupuesto publicitario.
Prieto también destaca que no se trata solo de subir videos o frases motivacionales. “Los ingresos no vienen de likes, sino de sistemas. Monetizas cuando sabes cómo convertir la atención en acción: puede ser vender un curso, una guía descargable, una mentoría o una comisión por afiliación. Eso requiere entender el viaje del cliente, aunque nunca vean tu cara”, afirma.
Entre las temáticas que más atracción han ganado bajo este modelo están las finanzas personales, productividad, idiomas, tecnología, bienestar mental y habilidades digitales. El contenido útil, empático y replicable es el que más fácil logra fidelizar audiencias, incluso cuando el creador permanece en el anonimato.
El auge del contenido anónimo también ha impulsado una nueva cultura de creación digital basada en la eficiencia y la automatización. Herramientas como bancos de voces, editores de video con inteligencia artificial y plataformas de gestión de publicaciones permiten escalar un negocio de contenidos sin necesidad de equipos grandes ni conocimientos técnicos avanzados. Esta evolución reduce las barreras de entrada y acelera el camino hacia resultados tangibles, incluso para quienes empiezan desde cero en el mundo de redes sociales.
A medida que las plataformas ajustan sus algoritmos para priorizar contenido útil, original y con alta retención, la clave ya no está en tener millones de vistas, sino en lograr que el contenido se mantenga visible el mayor tiempo posible. Según Prieto, entender cómo funciona la distribución algorítmica permite crear estrategias más efectivas. “Ya no se trata de pegar una vez, sino de crear un sistema que mantenga la atención de forma constante. La constancia y la estrategia superan la suerte”, afirma.