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Tips para reconocer un deepfake
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Los movimientos extraños o las sombras mal ubicadas son algunos de los elementos que pueden delatar a un video falso
Un canguro brindando con vino sin alcohol, rodeado de jeques árabes en la cabina de primera clase de un vuelo internacional. Esa escena fue uno de los vídeos más vírales de las últimas semanas. Muchos lo compartieron entre risas, otros con indignación, pero una parte significativa creyó que era completamente real.
La historia comenzó con una supuesta pelea entre una pasajera y una azafata porque no dejaban embarcar al animal, presentado como su acompañante emocional. El vídeo mostraba al marsupial quieto, con boleto en mano, en medio de una escena perfectamente creíble. Pero todo era falso. La grabación había sido creada con inteligencia artificial.
La sofisticación de los deepfakes, vídeos falsos generados con tecnologías de IA, ha alcanzado niveles que superan la percepción humana. Y si un canguro puede engañar a millones, ¿qué queda para los vídeos que no recurren al humor sino a la desinformación?
Según un informe de Kaspersky, siete de cada 10 latinoamericanos ni siquiera sabe qué es un deepfake. Esta falta de conocimiento es precisamente lo que los hace más vulnerables. Países como Perú, México y Chile lideran la lista de desconocimiento sobre esta tecnología. La consecuencia directa es que cada vez más personas son víctimas de desinformación visual
Detectar un vídeo falso puede parecer una tarea imposible, pero aún existen señales. Los ojos, por ejemplo, son una ventana a la verdad. Muchos deepfakes fallan al replicar los reflejos naturales que produce la luz sobre el iris. Además, en versiones de menor calidad, los parpadeos pueden ser irregulares o las expresiones, extrañamente planas o exageradas. Otro detalle que delata a estas creaciones son las imperfecciones físicas mal simuladas: manos con proporciones imposibles, movimientos torpes o rostros que se observan perfectamente simétricos.
La iluminación y las sombras también son elementos clave. La inteligencia artificial todavía tiene dificultades para representar de manera precisa cómo la luz incide sobre diferentes superficies. Por eso, si las sombras no coinciden con la fuente de luz, o si el entorno parece demasiado borroso, podría tratarse de una manipulación. Los fondos, por ejemplo, suelen ser simples o difusos, con carteles ilegibles o personajes secundarios que se ven distorsionados. La inteligencia artificial se concentra en la figura principal, dejando errores evidentes en los márgenes del encuadre.
