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La compañía estadounidense OpenAI anunció el lanzamiento de Atlas, su navegador AI First, el cual marca una nueva era para los buscadores de internet
No nos dimos cuenta de cuándo ni cómo, pero la inteligencia artificial se convirtió en un eje central de nuestra vida. Dejó de ser un juego en el que hacíamos preguntas triviales por diversión y se transformó en una habilidad esencial para la vida laboral, la efectividad académica e incluso la productividad económica de múltiples sectores.
Probablemente, el nombre que más destaca cuando hablamos de inteligencia artificial es ChatGPT. Creada por la compañía estadounidense OpenAI, fue una de las primeras IA en masificar el uso de estas herramientas para tareas cotidianas, que van desde cálculos matemáticos hasta consultas psicológicas, un uso que ha generado críticas y advertencias por parte de expertos en diversas áreas.
La rapidez con la que circula la información en la actualidad, junto con la constante aparición de nuevos competidores en este sector, ha impulsado significativamente el desarrollo de estas herramientas. En este contexto, OpenAI lanzará próximamente Atlas, su nuevo navegador, que se sumará como competidor en el mercado de los navegadores AI First.
¿Qué es un navegador AI First?
“La nueva batalla de los navegadores está en cambiar el modelo de negocio actual. El próximo ganador será quién sepa cómo monetizar las respuestas”.
“La figura del ‘navegador web’ va a desaparecer. La inteligencia artificial ya encuentra y selecciona los mejores resultados, por lo que un navegador con IA es una redundancia”.
Una de sus características más destacadas es su memoria integrada, que permite al navegador recordar el historial de navegación y la forma en que los usuarios interactúan con sus sitios y páginas más frecuentes, con el objetivo de ofrecer una experiencia más personalizada y eficiente. En la práctica, esto significa que se le puede pedir a ChatGPT tareas como identificar su búsqueda más reciente, revisar contactos y enviar un correo electrónico, o incluso comprar unos zapatos que buscó recientemente en un comercio en línea.
“ChatGPT puede recordar lo que ha explorado y sugerir qué hacer después: volver a páginas anteriores, profundizar en un tema, destacar ideas relacionadas o automatizar tareas rutinarias”, explicó Sam Altman, director ejecutivo de Open AI, en el lanzamiento de la versión beta de su nuevo navegador.
Tras este anuncio, el panorama de los navegadores tradicionales comienza a transformarse, y no es la primera vez que ocurre algo así. Desde que Internet Explorer superó a Netscape como el navegador más usado, y posteriormente Chrome desplazó al navegador de Microsoft, no se había registrado un cambio realmente significativo en la competencia por el uso de internet. Sin embargo, la tecnología AI First está convirtiendo la asistencia de inteligencia artificial en tiempo real en una necesidad, un desafío que, por el momento, Gemini, la IA de Google, aún no ha logrado cumplir frente a su competencia actual.
Podemos decir que estamos siendo testigos de un cambio radical en la manera de usar internet. La velocidad del mercado exige resultados inmediatos, con análisis y selección de información, algo que la inteligencia artificial ya está facilitando. ChatGPT cuenta actualmente con 800 millones de usuarios semanales, aunque solo 10 millones pagan la membresía mensual de OpenAI, lo que plantea la pregunta: ¿cómo se financia un servicio para una audiencia tan amplia? ¿Depende únicamente de la filantropía tecnológica de las grandes compañías?
El rápido avance de la IA sigue despertado dudas, especialmente sobre el manejo de nuestros datos, ¿confiaremos información sensible, como la bancaria o médica, a estas tecnologías? Expertos señalan que las empresas ya administran estos datos y están vigiladas por reguladores en Europa y EE. UU., recordando que en la actualidad quien tiene la información, tiene el poder. Lo que ya es una realidad es la revolución de los buscadores.
