Nuevos semáforos de Bogotá cuestan $235.000 millones

La capital colombiana es la sexta urbe más congestionada entre 1.360 ciudades a nivel mundial y además, los habitantes de Bogotá pasan en promedio 75 horas al año en medio de trancones, según un estudio de la firma especializada en transporte Inrix.

Lo anterior ha despertado la preocupación de la Alcaldía Mayor, en cabeza de Enrique Peñalosa, por lo que se invertirán $235.000 millones para reemplazar la red vigente de semáforos por una inteligente. Esto busca que “los bogotanos ahorren un 30% en el tiempo promedio del total de viajes en la ciudad”, según la Secretaría de Movilidad de Bogotá.

El presupuesto permitirá que el sistema cuente con 1.500 intersecciones, un centro de gestión del tráfico que integrará diferentes fuentes de información en tiempo real, un nuevo sistema de comunicaciones sobre una red virtual basado en la infraestructura de los operadores existentes, respaldo eléctrico para soportar cortes en el fluido de energía, 200 cámaras de monitoreo (Cctv) (estas son adicionales a las 100 que hoy se tienen), cuatro modos de control, los cuales son: tiempos fijos, adaptativo, responsivo y actuado y además, contará con una gestión centralizada, que permitirá el control del tráfico y la red semafórica.

Con las anteriores herramientas, el nuevo sistema, además de reducir el tiempo de los viajes, posibilitará: mayor seguridad vial y reorganizar 40% de la fuerza pública que hoy se dedica a regular el tráfico y que desautoriza a los semáforos en horas pico.

Lo anterior es gracias a que los ‘semáforos inteligentes’ tienen un sistema adaptativo, el cual permite que los ciclos de verde se puedan ajustar, en tiempo real. “Los nuevos semáforos permitirán medir el tráfico y a partir de ello, se podrán variar los tiempos de verde. Con esto se logrará que en algunas intersecciones de la ciudad se agilice el flujo de vehículos”, afirmó Nicanor Quijano Silva, profesor titular del departamento de ingeniería eléctrica y electrónica de la Universidad de los Andes.

A pesar de lo anterior, hay quienes aún se preguntan si en verdad es necesario realizar esta inversión, a lo cual Darío Hidalgo, experto en movilidad, responde que sí, porque “la tecnología que existe hoy en día está muy lejana de lo que hay en otras partes del mundo. La red de semáforos que tenemos es de tiempo fijo y está desde 1970-1980 prestando su servicio, es decir que la ciudad está atrasada en la modernización de este tipo de infraestructura vial”.
Vale la pena resaltar que Secretaría de Movilidad realizó un estudio previo, en el cual comparó 11 ciudades, como: Madrid, Barcelona, Ginebra y Medellín, con Bogotá. Esto se hizo con el objetivo de entender cuáles han sido los beneficios que han conseguido estas urbes desde que implementaron el nuevo sistema y cuántas intersecciones tienen de acuerdo a su PIB y número de habitantes.
El estudio concluyo con que Bogotá, necesita con urgencia este nuevo sistema, ya que el que se tiene “es obsoleto”, según Movilidad, porque no responde a las necesidades y retos que plantean los más de 8,08 millones de habitantes con los que cuenta la ciudad. Sin embargo, es importante resaltar que esta alternativa “ya se venía estructurando desde cuatro administraciones atrás, pero nunca se dio porque hubo reparos por parte de diferentes proponentes. Sin embargo, parece que esta administración por fin cerró la licitación y el proyecto ya está en marcha”, afirmó Hidalgo.

El proyecto actual cuenta con cuatro fases e inició en abril de 2016 con diagnóstico y base de referencia. La segunda parte arrancó en enero de 2017 y dio lugar a una consultoría para estructurar el nuevo SSI, de acuerdo a las necesidades de la capital y los resultados del estudio previo. Luego, en julio de 2017 se realizó el proceso de contratación. Para terminar, desde noviembre de 2017 hasta diciembre de 2020 se llevará a cabo la implementación del sistema, es decir que nos encontramos actualmente en la etapa final de este.
En este punto, “la divulgación ayudará bastante, para que el funcionamiento del sistema sea mejor y alcance los resultados esperados”, explicó Hidalgo. No obstante, también señaló que los ciudadanos no deben tener temor frente al cambio y no es un tema que requiera de capacitación, ya que se utilizará básicamente la misma infraestructura, y lo que cambiará será la infraestructura que está detrás.

Para entender un poco mejor el tema es necesario que “los ciudadanos piensen en alguna intersección en la que de pronto en algún momento alguien se queda detenido, observa de izquierda a derecha y ve que no viene ningún vehículo, así que decide pasar mientras el semáforo este en rojo, es decir que estaría violando la ley. Esto se podría evitar con el nuevo sistema, ya que los dispositivos entenderían que no hay tráfico, se pondrían automáticamente en verde, lo que beneficiaría al conductor o peatones que deseen y puedan pasar”, explicó Quijano.

Para finalizar, no se debe perder de vista que esta inversión también beneficiará a los transeúntes, ya que “tendrá contadores de tiempo para que los peatones tengan conocimiento acerca de cuánto tiempo tienen para cruzar, antes de que se habilite el paso de los vehículos”, concluyó Hidalgo, esto quiere decir que la solución no solo está dirigida a conductores, sino a todos los bogotanos.

¿Qué tiene la actual red de semáforos?
El sistema de semáforos actual es fijo, cuenta con 1.123 equipos de control, 48.203 elementos luminosos, 1.374 intersecciones semafóricas y 18.362 semáforos. Además, no hay que perder de vista que esta vigente desde 1.970 y finales de la década de 1.980, según una publicación de Secretaría de Movilidad. Los dispositivos actuales necesitan apoyarse del recurso humano, es decir que en horas pico, en algunas intersecciones, deben apoyarse en autoridades que den paso a los vehículos y peatones.