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Después de seis meses de haberse reactivado la intención de llevar Transmilenio (TM) hasta el aeropuerto Eldorado, en los que han circulado múltiples comunicaciones entre el Distrito y la Nación, el proyecto sigue en veremos.
Esta semana la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa, aseguró que el proceso está estancado y que ya tocará incluirla en el presupuesto 2014. Pero además que hay $104.000 millones disponibles para este tramo de 1,8 kilómetros.
LR presenta en exclusiva los diseños de la discordia que separan a el Distrito de la Nación. Los grandes problemas que se deben solucionar tienen origen técnico : redes húmedas y secas, puentes peatonales y vehiculares, la ciclorruta, el ingreso de camiones a la terminal de carga y el impacto ambiental de construir la obra en el separador central. De no solucionarse estos dineros se perderían.
La discusión que ha planteado el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) es que no se va a licitar sin tener en cuenta la factibilidad técnica de los diseños que, no cumplen con los parámetros técnicos ni, en muchos casos normativos, de la ciudad. Y recalca que así como está prevista la obra el kilómetro costaría US$43,7 millones.
La Aeronáutica Civil (Aerocivil) ha manifestado que el Distrito en reiteradas ocasiones ha cambiado su parecer y cada vez se suman más compromisos que impiden poner en funcionamiento esta obra.
De acuerdo con Giovanny González, director técnico de diseño de proyectos del IDU, una de las más claras inconsistencias está en las redes húmedas y secas. La primera además suscita un impacto de $2.000 millones más. Más allá de lo técnico en este aspecto la discusión es de tramitología, de quién debe hacer qué. Sobre este tema, el director de la Aerocivil, Santiago Castro, destacó que durante las mesas de trabajo se evidenció que el Distrito tiene un “enorme problema de niveles en las redes de aguas lluvias en la calle 26 a la altura de la carrera 97 donde terminó la fase III del sistema TM, por eso dicen que es necesario implementar una estación de bombeo para subir las aguas que vienen por dicha red para conectarlas a la red de aguas lluvias del aeropuerto”.
Sin embargo, queda claro desde el acta del 20 de septiembre que el Distrito argumenta que se deben “adaptar los criterios de diseño” . La subestación estaría a 10 metros de la carrera 103 y a 6 metros de la tubería de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá la (Eaab). Sobre las redes secas (alumbrado público) el IDU destaca que los diseños no están cumpliendo con las especificaciones que solicita normativamente la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) sobre 3 propuestas alternativas de fotometrías, para escoger la más económica lo que permitiría a Codensa suministrar la energía, postería y luminarias requeridas. Castro reiteró que la responsabilidad sobre las empresas de servicio público no es de su resorte.
Frente a los puentes peatonales, el Distrito argumentó que no tienen la capacidad necesaria para un elemento excepcional que es la carga de maletas de los pasajeros, aún cuando entre los diseños entregados por Opaín se ve reflejado un estudio sobre este tema a la entidad no le parecen suficientes. Y en esta misma vía los puentes vehiculares y las glorietas representan un problema económico para el IDU pues aumenta mucho el costo de la obra.
González ha dicho que si solo se hiciera el TM la inversión sería de $68.000 millones únicamente. La Aerocivil respondió que “el desarrollo vía al interior del aeropuerto Eldorado es integral, es decir, se tuvo en cuenta tanto la movilidad de los carriles mixtos como de los carriles exclusivos de TM (...) esta afirmación no es un racionamiento lógico ni técnico, pues el sistema TM no opera de manera independiente al sistema vial del aeropuerto”.
Continuar con las ciclorrutas es otro de los líos existentes desde el 2 de octubre. La solución aunque dejó inconformes a las partes incluyó los diseños por parte de Opaín (acordado el 5 de octubre) pero el Distrito debía revisar la forma de hacerlo llegar hasta la terminal. Y las dos últimas hacen referencia a la circulación en contravía propuesta por Opaín para el ingreso de carga a la terminal (ver gráfico) y el costo ambiental de la obra. Quién debe asumir los $23.000 millones y cómo se va a restablecer este ecosistema. Así las cosas, aun quedan dudas sobre cómo esta obra se llevará a feliz término o si por el contrario como argumentan los contradictores, es preferible dejar alimentadores que vayan de la carrera 97 a la terminal aérea con condiciones óptimas para los viajeros, sobre todo en el espacio para las maletas.
Gobierno, a la espera de otra reunión
De acuerdo con la ministra, Cecilia Álvarez-Correa, destacó que hasta ahora el proyecto está estancado y está a la espera de que el gerente de Transmilenio le solicite una reunión para ver cómo se solucionan los detalles que impiden que se abra la licitación de esta obra. Santiago Castro, director de la Aerocivil destacó que en la actualidad no existe ningún acuerdo suscrito con el Distrito (IDU-TM) para adelantar los procesos licitatorios” a pesar de que las observaciones del IDU sobre los diseños entregados por la Aerocivil a través de Opaín, fueron resueltas.
Cecilia Álvarez-Correa
Ministra de Transporte
“La llegada del Transmilenio a Eldorado sigue estancada. Estoy a la espera de que el gerente de TM convoque una junta para mirar los detalles que se quieren precisar”.
Giovanny González
Dir. Técnico de Diseño de Proyectos del idu
“En Opaín no quieren armonizar el diseño nuestro, que era de hace muchos años, con el de ellos ni con la red de drenajes de alcantarillado y eso es un gran problema”.