Infraestructura, un reto para la ingeniería colombiana

Para transformar esa realidad, y pasar a los primeros lugares, el Estado colombiano trazó una agresiva estrategia que en la próxima década debería ser motivo de satisfacción al observar que las obras de infraestructura de puertos, aeropuertos, túneles, autopistas, dobles calzadas y puentes que se están ejecutando, serán una realidad que beneficie la productividad y la competitividad.

Según estimativos, el país debería anualmente, durante los próximos 10 años, invertir cerca de US$11.500 millones para sacar al sector del rezago que vivió por años. Pero no basta con simplemente invertir: hay que invertir bien.

La inversión de $50 billones por parte del Estado colombiano destinados a las concesiones de cuarta generación (4G); asociaciones público-privadas (APP); intervención de corredores férreos nacionales; mejoramiento de 55 puertos y modernización de 16 aeropuertos, refleja una decisión de país de mejorar transversalmente interconexiones, movilidad de pasajeros, logística de transporte, promedios de velocidad y salida de los productos locales a los mercados internacionales, entre otros aspectos.

En este sentido, el Plan Maestro de Transporte Intermodal (PMTI) 2015-2035 debe mantenerse como la Hoja de Ruta que ayude a organizar de forma eficiente y estratégica el crecimiento del país que se basa en tres objetivos clave: impulsar el comercio exterior, reduciendo los costos y tiempos de transporte; potenciar el desarrollo regional mejorando la calidad de las redes con propósitos de accesibilidad, e integrar el territorio.

Por ello, el PMTI, debe ser una guía de monitoreo y control permanente para todos los actores de Gobierno, gremios y sector privado con el fin de aplicar los aspectos de política que se han considerado para lograr la red de infraestructura que conecte efectiva y eficientemente a todas las regiones.

La existencia de leyes e instituciones en el sector darán un mejor ordenamiento a todos los retos por enfrentar. Al respecto, es urgente crear formalmente la Comisión de Regulación de Infraestructura (CRIT) y la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (UPIT), para que orientar las políticas públicas de infraestructura y la implementación del PMTI. 

Lo anterior crea todo un reto para la ingeniería colombiana que durante las etapas de diseño, construcción, operación y mantenimiento, deberá garantizar que cada una de ellas cumpla con los estándares y las normas que garanticen la calidad y la perdurabilidad durante los próximos 50 años.

Ello requiere capacitación, actualización y especialización de conocimiento. Un caso representativo es la forma como Colombia seleccionó la construcción de túneles, lo cual requerirá que los profesionales en este campo conozcan y apliquen las últimas tecnologías en diseño y materiales para adaptarlas a la topografía del país, que asegure una adecuada construcción con parámetros de seguridad y calidad.

Aciem invita a los ingenieros colombianos a identificar las oportunidades que el desarrollo de infraestructura le brindará a cientos de profesionales. El reto es prepararse ahora y ser protagonista de la transformación de la infraestructura para bien del país y de los colombianos.